Hubo un tiempo no muy lejano en que las entidades financieras tradicionales se encontraron de repente con un nuevo competidor. Tomaba usualmente la forma de pequeñas ‘startups’ y sus respectivos nichos de mercado procedían de fusionar, o combinar, el mundo financiero y las nuevas tecnologías. De ahí su nombre: había nacido el mundo ‘fintech’. Ante esta nueva realidad, y como ha ocurrido en otros sectores de actividad, algunos bancos y demás actores financieros han optado por unir sus fuerzas a estos nuevos emprendedores, en un intento de beneficiarse del empuje disruptivo de las ‘fintechs’ y, al mismo tiempo, ayudarlas a sobrevivir y, sobre todo, a expandirse. Ya en octubre de 2018, la inversión global en ‘fintech’ había aumentado un 67% en términos interanuales, hasta los 54.400 millones de dólares.

Santander es uno de los bancos que antes comprendió esta nueva realidad, y para ello creó en 2014 su firma de inversión en capital riesgo Santander InnoVentures. Comenzó su andadura con 100 millones de dólares para invertir, luego duplicó esa cantidad y actualmente cuenta con 23 participaciones en sendas ‘startups’.

Marketing in voice

 

La última de ellas la anunció hace unos días: se trata de MarketInvoice, nacida en 2011 y especializada en la financiación ‘en línea’ de facturas y préstamos comerciales, especialmente dirigida a pequeñas y medianas empresas. La entidad financiera co-lideró una ronda de financiación de 26 millones de libras esterlinas (más de 29 millones de euros) para la que es una de las primeras plataformas europeas de este mercado.

¿Qué gana Santander con operaciones como ésta? Empaparse de ideas disruptivas con las que modernizar y transformar su operativa o, también, ofrecer mejores servicios a sus clientes. Las ‘fintechs’, por su parte, se benefician de la base de clientes de Santander y, gracias a la financiación recibida, pueden expandir su negocio.

De hecho, el máximo responsable de MarketInvoice, Anil Stocker, dijo que la financiación recibida servirá para consolidar su negocio en Reino Unido y arrancarlo en otros países; y en este segundo objetivo irá de la mano de Santander.

Un ejemplo: la ronda de financiación ha sido co-liderada por el banco británico Barclays, que ya había tomado una pequeña participación en MarketInvoice el verano pasado. Ahora sube su apuesta, y lo hace después de haber ‘probado’ estos meses entre sus propios clientes los productos de la ‘startup’.

Tuit de Ana Botín

 

En este tuit de la presidenta de Santander, Ana Botín, se puede comprender el interés del banco por favorecer (y fbeneficiarse de) a tecnología y el servicio de ‘fintechs’ dedicadas a las pymes: serán estas empresas las que creen buena parte de los millones de puestos de trabajo en los próximos años.

Porque la entrada en MarketInvoice no ha sido la única de Santander InnoVentures en el segmento ‘fintech’ específico de las pequeñas y medianas empresas. El ejemplo más destacado es Kabbage, compañía norteamericana que ofrece líneas de crédito a pequeños negocios de hasta 250.000 dólares, que pueden concederse en menos de 10 minutos. En agosto pasado, la compañía superó el millón de préstamos concedidos, por un volumen superior a los 5.000 millones de euros, de los que una quinta parte se contrató por la noche o en fin de semana, cuando las sucursales tradicionales están cerradas. Su valor estimado supera los 1.300 millones de dólares.

En el mismo subsector se puede incluir la entrada en Albert, una aplicación que permite a los pequeños empresarios y ‘freelancers’ llevar desde el móvil su administración y finanzas. Sin embargo, esta operación se sale del ámbito de InnoVentures: se trata de una compra, del 100% del capital, y el comprador no es el fondo de capital semilla, sino directamente Santander UK.

Además, Albert se integrará en la plataforma Asto Digital, que también cuenta con el respaldo de Santander y que básicamente, se dedica a lo mismo que aquélla: ayudar a los pequeños negocios y a los autónomos a manejar su administración y finanzas desde el móvil.

Pero la apuesta de Santander InnoVentures por las pymes y los ‘freelancers’ no se limita a este campo: de hecho, mantiene participaciones y convenios de colaboración con ‘startups’ dedicadas a la tecnología ‘Blockchain’ (Ripple), la prevención del crimen con criptomonedas (Elliptic), as finanzas personales (Bonify, Paykey), la gestión patrimonial (SigFig), la verificación digital de identidad (Socure), créditos al consumo (Creditas), venta de coches y casas (Autofi, Rostify)…