La polémica no deja de perseguir a Raynair. La aerolínea de bajo coste, no contenta con las controversias de su máximo responsable, Michael O’Leary, se ha colado en el top ten de las empresas que más gases contaminantes vierten a la atmósfera. Así lo atestiguan datos de la Agencia Europea del Medioambiente y publicados por la organización Transporte y Medioambiente (T&E).

La firma irlandesa emitió el ejercicio pasado 9,9 megatoneladas de gases con efecto invernadero. Se trata de una cifra que supera a la de 2017 en un 6,9% y que, en los últimos cinco años, se ha incrementado casi en un 50% de manera progresiva.

T&E ha criticado estos datos a través de su responsable de Aviación, Andrew Murphy. “Ryanair es el nuevo carbón”, ha sentenciado este último antes de destacar que el sector de las aerolíneas paga pocos impuestos, está poco regulado y debería contar con un impuesto al keroseno y forzar a las empresas del sector a introducir fuel sin emisiones.

Pero no todas las aerolíneas siguen la estela de Ryanair. Air Europa, al contrario que la empresa irlandesa, se ubica en la esquina opuesta posicionándose como la red más eficiente. Otras compañías como EasyJet, no están entre las 30 primeras clasificadas, pero sí se sitúa inmediatamente después, en el número 31. Tras esta, se encuentran Lufthansa, Norwegian y Brithis Airways.

Tres centrales españolas

Entre las treinta primeras sí se encuentra un trío de centrales españolas, entre las que destaca As Pontes y Carboneras (Endesa) y Aboño (EDP). En cambio, la central más dañina para el medioambiente es la polaca Belchatow.

El carbón continúa trayendo de cabeza a los expertos. No obstante, pese a copar los primeros puestos del ranking, las emisiones del sector se han reducido en un 40% desde el año 2012. En contraposición, se sitúan las aerolíneas que se han disparado un 26% desde el mismo año, aunque tan sólo suponen un 4% del total.