El gasoducto ruso Nord Stream 1, clave para el suministro hacia el centro de Europa, estará cerrado entre el 31 de agosto y el 2 de septiembre, según la compañía Gazprom, que mantiene que el cerrojazo se realizará "por razones de mantenimiento".

Gazprom ha explicado que la única estación de bombeo que sigue activa se paralizará temporalmente y que el flujo de gas se retomará a un nivel de 33 millones de metros cúbicos diarios, una vez concluidos los trabajos, según informa la agencia Interfax.

Debido al inicio de la invasión a Ucrania por parte de Rusia el pasado mes de febrero, el gasoducto Nord Stream 2 fue un proyecto alternativo de suministro que acabó aparcado. Sin embargo, Alemania confía que Nord Stream 1 pueda cubrir la demanda interna.

El Gobierno del canciller federal de Alemania, Olaf Scholz, rechazó este viernes que se pueda aprobar una exención temporal para revivir el Nord Stream 2, apenas unas horas después de que lo sugiriera un líder de los liberales, Wolfgang Kubicki.

Midcat, ¿la alternativa?

Como alternativa para paliar la dependencia existente en Europa sobre el gas ruso, España y Alemania han barajado la opción de realizar un gasoducto que pase por Francia y que convierta a nuestro país en exportador de esta materia prima. Al margen de los beneficios estratégicos de la operación que el Ejecutivo considera que tendría este movimiento en el tablero gasístico, Bruselas también parece dispuesto a impulsar su construcción. 

De hecho, pese a la negativa de Macron, que ha argumentado que el Midcat "tardaría mucho" y "no respondería a la crisis actual", la Comisión Europea no cierra la puerta a imponer a Francia la construcción de esta infraestructura transpirenaica sin finalizar que lleva tres años parada. 

En palabras de la ministra de Ciencia, Diana Morant, el Midcat "no es una cuestión de opiniones, sino de ser efectivos frente a una situación verdaderamente preocupante" que podría llevar a una "falta de abastecimiento de energía" en Europa. Sin embargo, la opinión en el seno de la coalición de Gobierno no es homogénea: según Unidas Podemos, generaría un gran impacto ecológico. Además, desde el ala morada del Ejecutivo consideran que la construcción del gasoducto no es más que un "deseo" de Alemania que "ha comprado" Ribera.

Guerra de gas entre Rusia y Alemania

El pasado mes de julio, Rusia explicó que iban a reducir el flujo de gas a Alemania por un problema con una turbina del gasoducto Nord Stream 1. Por su parte, Alemania buscó distintas formas de enviar una nueva turbina cuando estaba en su propio territorio tras semanas preguntándose dónde estaba, pero no se encontraba. Una vez la localizaron, informaron a Rusia para su envío y que empezarán con la reparación lo antes posible.

Sin embargo, Rusia alegó que no tenían capacidad para recibirla ni para repararla, debido a las sanciones impuestas por la Unión Europea. Alemania explicó que era mentira, por lo que presionó a los rusos a recibirla cuanto antes y empezar las reparaciones para ponerla en marcha. Actualmente, el tema de la turbina sigue estando pendiente. Respecto a los próximos tres días sin suministro de gas, la Administración dirigida por Olaf Scholz buscará nuevas vías que no dejen a su país sin gas.