La rehabilitación de viviendas llevará consigo una deducción fiscal de hasta el 60% del Impuesto de la Renta sobre las Personas Físicas (IRPF) si efectivamente contribuye a la mejora de la eficiencia energética de la vivienda habitual. Así lo explica el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.

El anterior Ministerio de Fomento ha avanzado que se implantarán medidas fiscales con el objetivo de crear un entorno favorable para realizar actuaciones de rehabilitación por parte de empresas y particulares. Y lo hará mediante una mejora del marco fiscal de la actividad de rehabilitación, orientada a alcanzar los retos del Plan de Recuperación.

La rehabilitación de edificios residenciales debe realizarse de forma prioritaria por particulares, por lo que el Gobierno establecerá una deducción por obras que contribuyan a la mejora de la eficiencia energética de la vivienda habitual.

La deducción va del 20% al 60%

La deducción podrá aplicarse a aquellas personas físicas que realicen determinadas obras en su vivienda habitual o en una vivienda de su titularidad en arrendamiento como vivienda habitual. La deducción será del 20% en el caso de que se reduzca al menos un 7% de la demanda de calefacción y refrigeración de la vivienda, que sería similar a la sustitución de ventanas por otras de altas prestaciones.

La deducción será del 40% para aquellos particulares que rebajen en un 30% el consumo de energía primaria no renovable, acreditable a través del certificado de eficiencia energética. Además, podría alcanzar el 60% del IRPF si se han llevado a cabo obras de rehabilitación que contribuyan a la mejora de la eficiencia energética en edificios de uso residencial.

La deducción será aplicable a cantidades satisfechas por los propietarios de la vivienda, siempre condicionadas a una reducción del consumo de energía primaria no renovable que tendrá como base una certificación energética, de al menos el 30%, o la mejora de la calificación energética del edificio para obtener una clase energética A o B.

La medida está incluida en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que el Gobierno debe enviar a Bruselas antes del 30 de abril y que cuenta con una partida de 6.820 millones de euros para la rehabilitación de vivienda y regeneración urbana, la segunda dotación más importante tras la estrategia de movilidad sostenible y el vehículo eléctrico.