El Gobierno conservador portugués ha elegido la vía contraria a Montoro para aflorar la economía sumergida: premiar a los que pidan facturas en sus pagos. En España, mientras el PP amenaza con inspecciones y multas a todos los colectivos menos a los miembros de su partido (recordemos que el juez Ruz considera un hecho que el PP pagó las obras de sus sede nacional en dinero negro, asunto que está investigando), nuestro vecinos portugueses prefieren incentivar el pago del IVA para combatir la enorme bolsa de economía sumergida que tienen y que asciende al 25% del PIB, porcentaje muy similar al español.

La "factura de la suerte"
Vale cualquier factura por cualquier importe, desde la factura por un libro a la de una obra. A falta de conocerse el reglamento exacto del sorteo ya se sabe cuando el ciudadano pida la factura se le darán también un determinado número de cupones para el sorteo y a mayor importe de la factura más cupones. El sorteo será semanal, retransmitido por televisión, y el premio un coche de alta gama. Se desconoce si el Gobierno portugués establecerá un número máximo de cupones por ciudadano y las marcas de los automóviles que se sortearán. Además podrán participar quienes tengan deudas con el Estado, es decir que si la persona premiada tiene deudas con la hacienda portuguesa o la seguridad social, no se le embargará el coche.


Las facturas ya desgravan
Además el Gobierno portugués decidió iniciar el año pasado la estrategia para aflorar economía sumergida con desgravaciones en la declaración de la renta, de tal manera que el 15% del total de IVA que hayan pagado los portugueses les será devuelto en la declaración de la renta. Esa fórmula ya les dio resultado y 2,5 millones de contribuyentes adjuntaron facturas a su declaración de la renta (Portugal tiene 10 millones de habitantes). El año pasado se emitieron en Portugal cuatro mil millones de facturas y el gobierno luso espera que con el sorteo de la "factura de la suerte" aumenten un 50% las facturas emitidas. Comerciantes, hosteleros y empresarios en general temen sin embargo los efectos del sorteo de las facturas, por que el número de identificación fiscal se introduce manualmente en la caja cada vez que se emite una factura y algunos han manifestado que van a tener que contratar personal solo para hacer facturas.