La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha mejorado su previsión del crecimiento del PIB de España para 2021 en dos décimas, elevándose hasta el 5,9%. Asimismo, el organismo que preside Ángel Gurría ha aumentado su pronóstico también para 2022, anticipando un regreso del PIB a niveles previos a la crisis desatada por el coronavirus

El considerable rebote del crecimiento de España que ha anticipado la OCDE para este curso y el siguiente llegan después de que en 2020 se registrara una "recesión económica sin precedentes" con motivo de la pandemia. Este hecho derivó en una contracción del 10,8% del PIB debido a las restricciones impuestas para controlar la propagación del virus. 

En el estudio económico, el organismo augura que el PIB iniciará su recuperación en la segunda mitad de 2021, pues el avance en la campaña de vacunación aligerará la demanda acumulada y se espera una recuperación gradual del turismo. No obstante, hace hincapié en las considerables cotas de incertidumbre en torno a estas perspectivas. 

En este sentido, la OCDE alertan de que un aumento de las insolvencias toda vez que se retiren las medidas de apoyo, representa un elevado riesgo a la baja y puede incrementar los préstamos morosos. Destacan, así, la "rápida y eficaz" respuesta de la política fiscal a la crisis del coronavirus y enfatizan en la necesidad de mantener las políticas de apoyo hasta que la recuperación se consolide. No obstante, subrayan que estas medidas tendrán que estar más focalizadas. 

Estiman estrictamente necesario la ejecución inmediata de las ayudas directas para empresas en dificultades económicas provocadas por la Covid-19, pero que tienen muchas posibilidades de recuperar la rentabilidad en el futuro. "La reestructuración rápida de empresas viables con problemas temporales puede evitar su liquidación injustificada, y debe facilitarse en el ámbito extrajudicial para evitar que los procedimientos se demoren", explica. 

Un mercado laboral flexible

En otro sentido, la OCDE sostiene que para respaldar la recuperación "también serán cruciales determinados elementos de la actual regulación del mercado de trabajo". Entre estos destaca la prevalencia de los convenios colectivos de empresas, que permiten a las empresas adaptarse con premura a los cambios de escenario. 

"La actual regulación laboral, que da flexibilidad a nivel de las empresas, puede ayudar a estas a adaptarse más fácilmente en la fase de recuperación postpandemia", ha sentenciado. Entre otras previsiones del organismo destaca que el próximo ejercicio la tasa de paro se caerá hasta el 14,7%, una cifra aún superior del cierre de 2019. 

El organismo considera que la crisis ha empeorado las dificultades y los problemas estructurales en España y hace un llamamiento a corregir problemas estructurales del mercado laboral. Esto se traduciría en una disminución de la desigualdad para los trabajadores jóvenes, poco cualificados y trabajadores temporales. 

"La utilización generalizada de contratos temporales incrementa la desigualdad y la pobreza laboral" -afirma la OCDE- "El abanico de contratos a disposición de las empresas debe simplificarse y han de aclararse las condiciones en las que se puede recurrir a contratos temporales, como, por ejemplo, para empleos estacionales o de formación". Además, la organización afirma que mejorar la eficiencia de las políticas activas de empleo será clave para reconvertir a los trabajadores desplazados. 

El déficit público cerrará en el 8,6% del PIB este año

La OCDE anticipa también que el déficit cerrará este año en el 8,6% del PIB, frente al 11% de 2020, para reducirse al 5,4% en 2022. Por otro lado, la ratio de deuda pública alcanzó el 120% del PIB en 2020 y bajará este año al 119,7% o incluso hasta el 117,4% en 2022. En este contexto, asegura que la consolidación fiscal debe ser gradual "para evitar un descarrilamiento de la recuperación". 

Ante el elevado nivel de deuda pública, anticipa una estrategia de consolidación fiscal a medio plazo para todos los niveles de la Administración como medida ideal, "una vez encarrilada la recuperación". 

En este sentido, advierte de que los desafíos fiscales aumentarán por la duplicación de la tasa de dependencia de la tercera edad en 2050, ante lo que pide garantizar desde ya la sostenibilidad del sistema de pensiones.

Entre sus propuestas plantea vincular la edad de jubilación a la esperanza de vida y retrasar la edad efectiva de jubilación desincentivando la jubilación anticipada e introduciendo nuevos incentivos para prolongar la vida laboral.