Las últimas dos semanas han estado plagadas de revisiones al alza de las previsiones económicas de España para este año. Este miércoles ha sido el turno de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) que, tan solo un día después que el Gobierno de coalición, ha mejorado ampliamente el avance estimado del Producto Interior Bruto (PIB). El organismo internacional ha elevado en un punto porcentual la cifra prevista, hasta el 2,8%, y se muestra más optimista que el propio Ejecutivo, que la ubica en el 2,7%.
La OCDE considera ahora con los datos actualizados que la economía española crecerá muy por encima de la media prevista para la zona euro (0,7%), en coincidencia con otros organismos como el Banco de España y la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF). La situación se reeditará en 2025, cuando el organismo afincado en París estima que el España avance a un ritmo del 2,2%, mientras que el conjunto de veinte países que comparten el euro como divisa lo hará al 1,3%. La comparativa es aún más abultada con algunas de las principales economías.
El think tank de las economías avanzadas prevé que Alemania crezca un 0,1% en 2024 para acelerar en 2025 con un 1%, después de haber reducido en una décima los dos datos del motor germano. Por otro lado, Francia avanzará un 1,1% en 2024 y un 1,2% en 2025, cuatro décimas más y una menos, respectivamente. Por último, Italia se anotará un 0,8% este año y un 1,1% el siguiente, una décima más y una menos, respectivamente. Así, las grandes economías europeos estarán, como mínimo, un punto por debajo de España en ambos cursos, llegando a rozar distancias de casi tres puntos.
Desde el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa han celebrado que la organización internacional se muestre más positiva que el propio Gobierno y han indicado que esto “vuelve a confirmar la fortaleza de la economía española”. “La OCDE se une así a la mayoría de los organismos nacionales e internacionales que han mejorado en las últimas semanas las perspectivas de crecimiento de la economía española”, han trasladado. Asimismo, han recordado que la revisión realizada a los datos españoles es “la mayor para una de las principales economías desarrolladas”.
“Para la OCDE, España seguirá liderando el crecimiento entre las principales economías de la zona euro en 2024 y 2025, con un incremento previsto del PIB este año que será cuatro veces el de la media de la zona euro”, han concluido su análisis de la revisión de crecimiento. No obstante, desde la cartera liderada por Carlos Cuerpo también han querido poner en valor que el think tank apunte a que la senda de precios se ubicará en España en el próximo año en el objetivo exigido por el Banco Central Europeo (BCE).
Bajada progresiva de la inflación
En lo relativo a la inflación, el organismo multilateral confía en que la tasa general se modere este año en España al 3%, desde el 3,4% del año pasado, lo que supone mantener los pronósticos de mayo. De cara al próximo año, el índice caerá al 2,1%, una décima más de lo esperado anteriormente. La OCDE es algo más optimista respecto de la evolución de la inflación subyacente -aquella que no incluye los alimentos no elaborados ni la energía- y espera una moderación al 2,6% este año, frente al 2,9% estimado en mayo, mientras que para 2025 mantiene inalteradas sus perspectivas en el 2,2%.
Así, la inflación general de España (3%) se mantendría este año muy por encima de la media de la zona euro, estimada en el 2,4%, aunque para 2025 la OCDE prevé que la subida de los precios en España igualará a la de los Veinte con una tasa promedio de 2,1%. Sin embargo, la variable subyacente de España (2,6%) será inferior este año al 2,8% de la zona euro, con la lectura española del próximo ejercicio estando en sintonía con la media del 2,2% de la eurozona.
Riesgos y soluciones
A nivel de amenazas para todos los países, la OCDE ha advertido de que persisten "considerables riesgos" para el crecimiento, entre ellos unas tensiones geopolíticas y comerciales que podrían dañar la inversión y disparar los precios de las importaciones. Además, el crecimiento conjunto (3,2%) podría moderarse más de lo anticipado a medida que pierda dinamismo el mercado laboral o si se producen desviaciones respecto de la trayectoria desinflacionista trazada, lo que podría perturbar los mercados financieros.
Como soluciones y recomendaciones, el organismo ha animado a los bancos centrales de las economías avanzadas a ser prudentes dado que los efectos acumulados de las subidas pasadas del precio del dinero se encuentran actualmente "en máximos". "A medida que la inflación se modere y las presiones del mercado laboral sigan disminuyendo, se debería seguir flexibilizando la política monetaria, aunque el calendario y el alcance de las reducciones deberán seguir dependiendo de los datos y valorarse cuidadosamente para garantizar que las presiones inflacionistas subyacentes se contengan de forma duradera", ha indicado.