Tras la duramente criticada propuesta de Bruselas de implantar una suerte de mecanismo ibérico europeo estableciendo un tope de 275 euros el megavatio hora, 15 de los países de la UE, entre ellos España, han planteado a la Comisión Europea (CE), rebajar el tope hasta los 160 euros el MWh. La propuesta parte de una iniciativa de Italia, Grecia, Polonia y Bélgica a la que después se han sumado otros países hasta alcanzar una quincena.

Según el documento informal que ha circulado entre capitales y han discutido por primera vez este viernes los Veintisiete a nivel de embajadores, consta de dos opciones que coinciden con los planteamientos que hicieron los ministros de Energía de España y Grecia, Teresa Ribera y Konstantinos Skrekas, respectivamente, en la reunión del pasado 24 de noviembre, y que culminó sin acuerdo entre los Veintisiete.

Una primera alternativa pasa por fijar un límite de 160 euros el MWh, quedando dentro de la horquilla que planteó el ministro griego, el cuál abogaba por fijar un techo comprendido entre los 150 y los 200 euros. Un precio que calificó de “realista”, mientras que el propuesto por Bruselas ha sido duramente criticado por distintos países de la UE, al considerarlo “una broma de mal gusto”

Por otro lado, se plantea también un tope dinámico con un nivel global de partida a la entrada en vigor que debería fijarse en un nivel suficiente para atraer recursos internacionales, por ejemplo, actualmente, 160 euros el megavatio hora (MWh).

Esta propuesta dinámica es la preferida de países como España, pero también de otros del bloque como Polonia, que se muestra optimista de cara a un acuerdo de los Veintisiete el próximo 13 de diciembre, en el marco de la próxima reunión extraordinaria de ministros de Energía, ante "el fuerte deseo de alcanzarlo y que será compartido por la mayoría, si no todos".

De hecho, fuentes diplomáticas polacas han asegurado que "la mayoría de los Estados miembro, si no todos, están de acuerdo con la fórmula dinámica por ser muy flexible" y que "el punto principal de discusión ha pasado de ser el número al ámbito de aplicación".

Un frente común

No obstante, ambas alternativas responden a una serie de planteamientos comunes y, en el caso de su aplicación, estos países piden que se active en base a una decisión política, sin un activador específico.

Además, el bloque considera que este mecanismo de corrección del mercado debería afectar a todos los productos de futuros -no solo al de mes adelantado que propone Bruselas- y a todos los contratos, con liquidación física o financiera, celebrados en cualquiera de los centros de negociación europeos.

De este modo, el tope no se aplicaría solo en base al precio del mercado holandés TTF, de referencia para la UE, sino que abarcaría la mayoría de los centros donde es posible celebrar contratos a plazo de gas al por mayor.

Por su parte, también parece haber acuerdo en lo referente a las condiciones de suspensión del mecanismo, el bloque pide que se establezcan diversos umbrales para activar el tope y otros para desactivarlo cuando los precios se reduzcan