Los ninis, término utilizado para referirse a los jóvenes que ni estudian ni trabajan, son tan solo un 2,4% de la población joven de España. Por el contrario, el número de jóvenes que estudian a la par que trabajan (sisis) alcanza un 32,5%, algo que no es suficiente para que la gran mayoría de este grupo poblacional pueda emanciparse. Así lo refleja el Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España, que además señala que un 42% de la juventud está sobrecualificada en los trabajos que desempeña.

Las conclusiones obtenidas por el citado informe están reforzadas por los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), recogidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que señalan que en España hay un 19% menos de jóvenes de entre 16 y 29 años que no cuenta con ocupación ni desarrollan ningún tipo de estudio.

El estudio del Consejo de Juventud de España (CJE) destaca que, del total de la población joven inactiva (47,8%), un 89,7% se encuentra en esta situación por estar estudiando, lo que supone la cifra más alta en este aspecto de toda la serie histórica. La población joven activa, por otro lado, supone un 52,2%, sin embargo, la tasa de emancipación únicamente alcanza el 15,6%, después de un mínimo ascenso del 0,7%. Además, destaca que, del porcentaje de emancipación, una amplia mayoría se independiza compartiendo piso.

La formación se muestra como cualidad determinante a la hora de hablar de una mejor situación en el mercado laboral. Según el CJE, la tasa de paro entre jóvenes con estudios superiores era del 15,9%, mientras que alcanzaba el 38,6% en las personas con estudios primarios. “Esto pone de manifiesto la dualidad del mercado laboral, con alta tasa de sobrecualificación en la población con estudios y altas tasas de desempleo en las personas con menos cualificación”, aseguran.

Ni comprar ni alquilar

Una persona joven, para poder sufragar la entrada de una hipoteca de la vivienda media en España (170.000 euros), debería dedicar casi cuatro veces su sueldo neto íntegro. Esta tesitura confronta con las condiciones laborales de la juventud que solo podría permitirse 100.000 euros sin sobreendeudarse.

La otra opción contemplada, el alquiler, tampoco presenta una mejor situación a los jóvenes. El estudio señala que la creciente subida de los precios ha puesto a la juventud en apuros, ya que, el precio medio del alquiler en España ascendía el pasado año hasta los 848 euros, mientras que la cantidad máxima que una persona joven puede destinar al pago de este se sitúa en los 320 euros. Es por ello que la mayoría de jóvenes que se emancipan lo hacen compartiendo piso, puesto que, en solitario deberían dedicar el 79,2% de su sueldo a la vivienda.