La ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, ha lanzado un mensaje de tranquilidad este miércoles ante la reunión de emergencia convocada por el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE). "No hay peligro en relación a la deuda pública en España", ha asegurado la responsable de Hacienda, que tampoco se muestra preocupada por el impacto en la emisión de los bonos del Estado. Asimismo, Montero ha explicado que la última subasta del Tesoro ha sido "perfectamente" acogida por los mercados a "un tipo de interés razonable".

La responsable de Hacienda ha mandado este mensaje tras la convocatoria urgente de la reunión del BCE este miércoles por la fuerte subida de las primas de riesgo del sur en los últimos días, especialmente la italiana y la española, hasta niveles cercanos a 2014. No obstante, el propio anuncio de la reunión de emergencia ha provocado una caída de la prima de riesgo este miércoles, así como de la rentabilidad exigida a los bonos de deuda a diez años, que en el caso español cae del 3% de nuevo. 

"Los inversores tienen apetito. Todos los inversores están deseando invertir en nuestro país", ha asegurado la ministra haciendo un llamamiento a la prudencia. Montero ha pedido que el BCE tenga "el ritmo adecuado" para que la economía no se resienta. "Ojalá seamos capaces entre todos de que el crecimiento económico siga siendo robusto y sostenido en el tiempo", ha señalado Montero. 

No obstante, la ministra ha reconocido "turbulencias" agudizadas por el impacto de la guerra de Ucrania, lo que provoca que "todos los órganos estén vigilando cómo se comporta la inflación, que es la amenaza más importante que tiene la economía a nivel mundial". Una inflación que, según la ministra, se encuentra en la media del resto de países. 

"El BCE tiene que vigilar esta situación", defiende Montero sobre la inflación, lo que no significa que se vaya a producir "una retirada total de los estímulos que existen ni que se apueste por medidas más complicadas". El BCE anunció hace unos días la primera subida de los tipos de interés de los últimos once años para el mes de julio, en concreto de 25 puntos básicos, que se repetirá previsiblemente en septiembre.