Desde el año pasado, el suministro de gas ruso ha estado disminuyendo notablemente en un intento deliberado de utilizar la energía como arma política. Los flujos de gasoductos desde Rusia se han detenido y han disminuido constantemente a través de Ucrania. Desde mediados de junio de 2022, fluye a través de Nord Stream 1, la mayor ruta de importación a la UE, se han reducido en un 60%.

Por lo tanto, la Comisión Europea ha publicado un borrador donde planea tomar de inmediato medidas preventivas para anticiparse a este riesgo y prepararse solidariamente para una posible una interrupción completa del gas de Rusia.

Todo el mundo puede ahorrar gas

La Comisión apela al ahorro por parte de los ciudadanos y los hogares. Sin embargo, recalca que los hogares, la calefacción urbana y determinados servicios sociales esenciales son ''clientes protegidos'' en el sentido del Reglamento y, por lo tanto, serían los últimos en verse reducidos en caso de grave escasez.

Aunque el suministro de gas esté garantizado para la calefacción y para determinadas centrales eléctricas de combustión de gas esenciales no debe impedir que las autoridades públicas adopten nuevas medidas para reducir el consumo de gas de los clientes protegidos y para la producción de electricidad.

Reducir la calefacción y la refrigeración

El Plan de Ahorro Energético de 18 de mayo ya identificaba una serie de posibles medidas de ahorro en los edificios. El ahorro de gas ya puede materializarse durante el verano reduciendo el consumo de electricidad (y, por tanto, indirectamente, el consumo de gas) de la refrigeración. Se pueden lograr grandes ahorros mediante el despliegue de fuentes alternativas de calor para la calefacción urbana, campañas de ahorro de gas dirigidas a los hogares para reducir el termostato en 1°, pero también imponiendo, cuando sea técnicamente factible, la reducción de la calefacción de edificios públicos, oficinas, edificios comerciales (especialmente grandes edificios) [a 19°] y espacios abiertos como exteriores terrazas.

La Comisión pidió a la Asociación Europea de Gestores de Redes de Transporte de Electricidad que evaluara el impacto de la posible escasez de gas en la producción de electricidad. Según una primera estimación, la mitad del gas consumido en el sector eléctrico se considera fundamental para garantizar la seguridad del suministro eléctrico. Se está analizando más a fondo la preparación para el invierno de electricidad, teniendo en cuenta la disponibilidad de centrales nucleares y reservas hidroeléctricas que podrían verse más afectadas este año. Sin embargo, esta primera estimación apunta a la posibilidad de ahorrar una cantidad significativa de gas cambiando a otros combustibles.

Cambiar el gas por otros combustibles

La elección de las fuentes de energía depende en última instancia de cada Estado miembro, teniendo en cuenta el objetivo climático de la UE para 2030, así como la meta climática a largo plazo, el impacto de su decisión en los demás Estados miembros y la seguridad colectiva inmediata del suministro de la UE.

El cambio a otros combustibles, sean menos o más intensivos en carbono que el gas natural, normalmente se produciría automáticamente debido a los elevados precios del gas. Sin embargo, el cambio de combustible a biomasa o diésel requiere asegurarse de que las instalaciones que los utilicen dispongan de cantidades suficientes de esos combustibles alternativos. Esto requiere medidas adecuadas para almacenar y controlar la seguridad del suministro de estos combustibles alternativos. Algunos Estados miembros han permitido que las plantas de carbón vuelvan a funcionar o produzcan más. Otros han aplazado la eliminación gradual de las centrales nucleares.

Medidas de mercado y criterios inteligentes de priorización para la industria

La industria ya se está adaptando a los elevados precios de la energía. Los elevados precios del gas redujeron la demanda de gas de la UE en un 5% en comparación con años anteriores. Esta tendencia continuará en la nueva normalidad de los elevados precios del gas natural. 

Además, en el sector industrial, la próxima respuesta se centraría en medidas basadas en el mercado para incentivar la reducción de la demanda y limitar los daños a la sociedad y la economía.

La Comisión apoya firmemente las mejores prácticas, como la idea de subastas o sistemas de licitación para incentivar la reducción del consumo de los consumidores industriales permitiendo que las industrias ofrezcan una reducción del consumo de gas a cambio de una compensación. Estas subastas o licitaciones podrían organizarse a escala transfronteriza para maximizar las posibilidades de los grandes clientes transfronterizos que operan en varios Estados miembros y para los Estados miembros con menos medios fiscales.

Garantizar la coordinación y la solidaridad

Es evidente que la situación requiere un mecanismo de coordinación sólido que permita a la Comisión y a los Estados miembros reforzar aún más su cooperación de forma coordinada para abordar los diferentes aspectos de la crisis a medida que se desarrolla. A tal efecto, la Comisión propone utilizar la Plataforma Energética creada en el marco de la REPowerEU, como una reunión eficaz y consolidada de un grupo de altos funcionarios.

Portugal critica a la Comisión por el racionamiento

El primer ministro portugués, Antonio Costa, ha aplaudido que la Comisión Europea haya considerado a Portugal como el miembro en “mejores condiciones para alcanzar la neutralidad carbónica en 2050”. Sin embargo ha criticado a la Comisión, ya que ”Portugal es un país libre de producción de energía con carbón mientras otros países se plantean volver a ella”.

Además ha lanzado un fuerte mensaje en respuesta a las medidas del racionamiento de la energía: “La respuesta a la dependencia rusa no es el racionamiento de energía, sino acelerar la creación de energía verde”. “Ser solidario no es hacer pagar a los portugueses, que han invertido 17.000 millones en energías verdes estos años, los costes de aquellos que se han estancado en este camino cuando sabían que era necesario avanzar”, señala el primer ministro.