Pese a que el Partido Popular ha proclamado que la crisis ya es historia, la realidad sigue arrojando datos muy duros, como los facilitados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre desahucios y ejecuciones hipotecarias llevadas a cabo el año pasado, que han aumentado un 9,3% a pesar de la moratoria que puso en marcha el Gobierno para atajar el problema, moratoria que solo cubría casos excepcionales de y familias con menores a cargo.

La mayoría de viviendas habituales
Según el INE del total de ejecuciones hipotecarias realizadas en 2014, el 77,6% fueron de viviendas habituales de personas físicas. Concretamente fueron 24.680 y son los desahucios más dramáticos porque implican dejar a las familias en la calle. Las ejecuciones hipotecarias en su conjunto aumentaron un 9,3% el año pasado respecto a 2013 y en cuanto a los desahucios de vivienda habitual subieron un 7,4% respecto al mismo año.

Además el INE detalla que el 83,7% de las viviendas embargadas eran de segunda mano y un 16,3% nuevas, lo que implica que los desahucios sobre viviendas nuevas disminuyeron un 4,3% mientras que el de usadas aumentó un 8,2%.

Ejecuciones de expedientes abiertos hace años
El trámite judicial que desemboca en una ejecución hipotecaria es lento, por eso  las realizadas a lo largo del año pasado se corresponden con hipotecas constituidas en algunos casos hace diez años. Concretamente el 12,1% se corresponden con hipotecas firmadas en el 2005, el 17,3% en el año 2006 y el 20,2% en el año 2007. En total las ejecuciones hipotecarias de 2014 (vivienda habitual, segunda residencia, locales y fincas) ascendieron a 119.442.