El Foro Internacional del Transporte (ITF), una organización de la familia de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), ha difundido un informe en el que alerta que la implantación de camiones sin conductor provocará la destrucción de más de 4 millones de puestos de trabajo hasta el año 2030. El organismo advierte a los gobiernos de que la destrucción masiva de empleo en este sector puede provocar "altercados sociales" y les inste a que adopten medidas preventivas.

El documento, presentado en la reunión anual en Leipzig (este de Alemania), en el que propone medidas para la radical transformación que va a suponer en muchos frentes la llegada de los vehículos pesados autónomos, señala que es necesario diseñar un marco legal que regule la circulación de camiones sin conductor y alerta de que sólo en Estados Unidos y Europa podrían desaparecer para 2030 hasta 4,4 millones de puestos de trabajo de chóferes profesionales. Esa cifra supone cerca del 70% de los empleos de conductor que la industria prevé que harán falta en ese año

Implantación gradual

Los vehículos autónomos "ayudan a reducir costes, rebajar emisiones y hacer las calles más seguras", subraya el análisis, pero es "necesario" que los gobiernos tomen cartas en el asunto y "regulen la transición".

El informa aboga por introducir de forma gradual el camión autónomo, establecer estándares internacionales para este tipo de vehículos, designar expertos que analicen el desarrollo de la transición y seguir poniendo en marcha proyecto piloto para estudiar la madurez tecnológica de los camiones sin conductor.

Estas recomendaciones han sido consensuadas por asociaciones de fabricantes de vehículos pesados, empresas de transporte y representantes de los trabajadores, coordinados por un equipo del ITF.

50.000 cervezas, primer envío con los camiones autónomos de Uber

 En octubre del año pasado un camión autónomo con una carga de cerveza recorrió unos 200 kilómetros por una transitada carretera de Colorado (EE.UU.) sin conductor al volante y guiado sólo por un programa de computación para entregar la mercancía. El camión se convirtió en el primer vehículo de uso comercial en el mundo de estas características.

El vehículo, un camión con remolque de la empresa Otto (subsidiaria de Uber), transportó unas 50.000 latas de cerveza para la compañía Anheuser-Busch, en lo que se considera como "un éxito increíble" y "una muestra de lo que es posible" con la tecnología actual, según Lior Ron, cofundador de Otto.

Uber compró la compañía Otto en agosto de 2016 para desarrollar tecnologías específicamente para el transporte autónomo de cargas y fue fundada por cuatro exempleados de Google que antes trabajaban en esa empresa en proyectos de automóviles autónomos.

El camión autónomo, con un total de 18 ruedas, solo se encargó del viaje por la carretera, ya que antes de acceder a ella y después de salir de la Interestatal 25 un conductor profesional estuvo al volante.

Ese mismo conductor permaneció dentro de la cabina del vehículo durante todo el viaje, junto a miembros de la Patrulla de Caminos de Colorado, que se mantuvieron en alerta durante la experiencia piloto. El camión de Otto viajó a unos 90 kilómetros por hora de media para prestar un servicio de unas dos horas de duración por el que se pagaron 470 dólares, por lo que se le considera el primer vehículo autónomo que genera ingresos directos para su empresa.