El Gobierno francés pidió hoy a la empresa lechera Lactalis que destruya los productos que está retirando en Francia y en el extranjero por proceder de su fábrica de Craon (oeste de Francia) en la que se produjo una contaminación por salmonela por la que enfermaron una treintena de bebés.

Aunque la fuente de la contaminación "todavía no ha sido identificada oficialmente" el ministro de Agricultura, Stéphane Travert, exigió al presidente de Lactalis, Emmmanuel Besnier, que la búsqueda de las causas se haga de manera "sistemática" en todos los procesos de fabricación.

Según un comunicado de su departamento, Besnier se comprometió a movilizar "todos los medios" de la compañía para analizar las posibles hipótesis de la contaminación.

La fábrica de Craon está cerrada desde diciembre y los productos que salieron de allí se están recuperando en 83 países.

La crisis sanitaria estalló en Francia a comienzos de diciembre cuando se estableció la relación entre un brote de salmonelosis que afectó al menos a 35 bebés con la leche infantil que consumieron, fabricada por Lactalis en Craon.

El presidente de la multinacional francesa afirmó que todas las familias "serán indemnizadas" y aseguró que colaborarán en "todo lo que les pida la Justicia".

Se ha abierto una investigación para determinar, entre otras cosas, las razones de que leches infantiles o papillas salidas en Craon se hubiera seguido comercializando hasta la semana pasada pese a que se había decidido en diciembre la retirada de los lotes de los que formaban parte.