Desde el 1 de enero la edad legal para jubilarse cobrando el 100 % de la pensión está fijada en los 65 años y seis meses, a no ser que se haya cotizado más de 36 años y tres meses, en cuyo caso se mantienen los 65. La nueva edad de retiro establecida en la reforma pactada en el 2011 por el Gobierno de Zapatero y los agentes sociales es de 67 años y su implementación es progresiva hasta el año 2012.

En la campaña electoral de 2011 Rajoy prometió derogar esa reforma y volver la edad de jubilación a los 65 años, algo que no sólo no cumplió sino que endureció la reforma de las pensiones desvinculando su subida de la del Índice de Precios al Consumo (IPC) e introduciendo el factor de sostenibilidad: si una persona se jubila dentro de diez años y la esperanza de vida ha aumentado, le bajarán la pensión. Rajoy aprobó esa reforma de las pensiones en 2012 sin negociarla con nadie (ni sindicatos ni partidos políticos) y aprovehcando la mayoría absoluta que tenía.

Según datos estadísticos de la Seguridad Social la edad media de retiro lleva más de 5 anclada en los 64 años, con mínimos avances y retrocesos. En el 2012 se quedó en los 64 años, en el 2013 subió a los 64 y dos meses, que repitió en el ejercicio siguiente, para retroceder un mes en el 2015 y el 2016.

Los autónomos y las mujeres se jubilan más tarde

En el primer semestre del 2017 los datos muestran que los 64 años y dos meses se han convertido en una línea roja, mientras que la edad legal del retiro asciende progresivamente cada año, camino de los 67 proyectados para garantizar la sostenibilidad del sistema público de pensiones, con mayores períodos cotizando y menos percibiendo prestaciones.

Hasta junio de 2017 la Seguridad Social registró 162.355 nuevas altas de jubilados, de los que 70.476, es decir, el 43 % del total, no habían cumplido aún los 65 años que permiten retirarse a quienes han cotizado más de 36 años y tres meses. De este modo, la edad media real se queda en la primera mitad del ejercicio ocho meses por debajo de la cifra legal vigente para las carreras de cotización más largas, y en el caso de las más cortas, a quince meses de distancia.

Tras el desfase entre edad real y edad legal de retiro están, sobre todo, las jubilaciones anticipadas. Pese a que el Gobierno del PP endureció los requisitos para acceder a ellas, como elevar de los 61 a los 63 la edad para acogerse. También contribuyen a llegar a esta media las jubilaciones parciales, en las que el trabajador reduce su jornada y cobra la parte proporcional de prestación.

Lo que no tiene éxito alguno es que que los mayores prolonguen su vida profesional más allá de los 65, pese a los intentos por parte del Ministerio de Empleo. Poco más de 3.300 personas se jubilaron hasta junio con 70 o más años, frente a las 30.300 que lo hicieron con 61, es decir, nueve veces más.

Sin embargo, la estadística muestra que el tipo de régimen en el que se cotiza y el sexo son factores determinantes a la hora de prolongar la vida laboral. Así, hasta junio los autónomos se jubilaron de media a los 65 años y siete meses, por encima de la edad legal vigente; en este caso influye el tipo de negocio que hay que traspasar. Mientras, los trabajadores del régimen general (asalariados) lo hicieron muy por debajo de la media, a los 63 años y ocho meses. Y las mujeres, con períodos de cotización menores que los varones, aún tardan más que ellos en jubilarse.