El Índice de Precios de Consumo (IPC) descendió un 0,8% durante el mes de julio en relación al mes anterior y situó su tasa interanual en el 2,9%. Dos décimas por encima del mes anterior y su tasa más elevada desde principios de 2017, según los datos publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Con este repunte, con el que el IPC anual encadena su séptima tasa positiva consecutiva, la inflación continúa en niveles desconocidos desde hace cuatro años. De hecho, esta tasa del 2,9% es la más elevada desde febrero de 2017, cuando se situó en el 3%.

Fuente INE

Al encarecimiento de los precios en julio ha contribuido, también el encarecimiento de los servicios de alojamiento y de los alimentos y el hecho de que los precios de la telefonía se mantuvieran estables, frente al retroceso que experimentaron en el mismo period del 2020. Por otro lado, destaca el descenso de los precios en el sector de la vivienda, que recortó su tasa anual en 1,5 punto situándose hasta en un 9,4% menos. Esto es debido a la bajada del IVA en los precios de la electricidad, que continúa sin embargo, acumulando máximos históricos. En el mes de julio de este año ha aumentado también el precio del gas, que en el mismo periodo del pasado ao experimentaba un retroceso.  

Respecto a la tasa mensual (julio), el IPC cayó un 0,8% tras cuatro meses de aumentos. Se trata del mayor recorte mensual de la inflación desde julio de 2020, cuando disminuyó un 0,9%. A ello también contribuyó el descenso del IVA en la electricidad, que ha pasado de un 21% a un 10%, así como las rebajas de verano en vestido y calzado.

Por su parte, la inflación subyacente -sin alimentos no elaborados ni productos energéticos- situó su tasa interanual en julio en el 0,6%, cuatro décimas más que en junio y 2,3 puntos inferior al índice general.