El Gobierno ha anunciado este viernes una nueva subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y ya van seis desde que Pedro Sánchez está en la Moncloa. El Ministerio de Trabajo, capitaneado por Yolanda Díaz, ha cerrado un nuevo acuerdo con los sindicatos (CCOO y UGT), del que se ha caído finalmente la patronal (CEOE y Cepyme), y el salario de los que menos cobran crecerá un 5%, con efectos retroactivos desde el 1 de enero. Desde la conformación del primer Ejecutivo de coalición, el incremento del SMI alcanza ya el 54%, habiendo pasado de los 736 a los 1.134 euros.

El porcentaje pactado elevará el SMI de los 15.120 a los 15.876 euros anuales, lo que se traduce en una subida de 756 euros al año. Más de 2,5 millones de personas verán reflejado en su nómina de enero, a mucho tardar en la de febrero con el primer mes del año compensado, un salario bruto de 1.134 euros, si cobran en 14 pagas, o de 1.323 euros, si las tienen prorrateadas en 12. Así, la subida mensual asciende a los 54 y 63 euros, respectivamente.

De la congelación del SMI con el PP a subidas de más de 100 euros al mes

El SMI tiene un tiempo de aplicación relativamente corto en España. No sería hasta el año 2002, durante la segunda legislatura de José María Aznar, cuando esta cuantía se estableció, simultáneamente a la entrada en circulación del euro en España. En aquellos momentos, la cantidad que percibían los que menos cobraban se situaba en los 424 euros y, para cuando el líder del Partido Popular (PP) abandonó la presidencia dos años después, tan solo había subido hasta los 460,5 euros.

Durante la siguiente legislatura, ya con José Luis Rodríguez Zapatero como dirigente, se produjo un aumento de 180,9 euros, pasando de los 460,5 euros a los 641,40. Si bien ninguna de las subidas realizadas por el socialista fue de gran envergadura, el avance continuado años tras año saldó su mandato de siete cursos con un incremento del 39,3%. No obstante, con la llegada de Mariano Rajoy al Gobierno en 2011, la tendencia alcista se ralentizó hasta casi frenarse.

En sus dos legislaturas, traducidas en otros siete años de presidencia, el Gobierno popular no llegó a elevar el SMI ni 100 euros. Concretamente, Rajoy recibió una cuantía de 641,40 euros que subió hasta los 735,9 euros, lo que equivale a 94,6 euros. En términos relativos, durante los siete años de liderazgo conservador el salarió mínimo legal creció un 14,7%, muy por debajo del 39,3% del Gobierno anterior.

La mayor subida en el periodo 2011-2018 tuvo lugar en 2017, después de haberse congelado el SMI durante los peores años de la crisis financiera. En 2018, el Gobierno cambia de signo, pero antes el salario mínimo refleja un incremento final, de los 707,70 a los 735,90 euros. Tras la caída de Rajoy y la llegada del nuevo Ejecutivo, a cargo de Sánchez, se produjo la mayor subida de la historia del SMI, cuya vigencia comenzaría el 1 de enero de 2019.

En aquel momento, la cifra pasó de los 735,90 euros hasta los 900 euros mensuales, lo que supone un incremento de 164,1 euros de una atacada. El avance experimentado durante los primeros momentos del Gobierno de coalición alcanzaba el 23%, más de ocho puntos porcentuales y 70 euros por encima de la gestión de Rajoy en siete años.

Las subidas no se frenaron y, en 2020, el SMI se incrementó hasta los 950 euros, lo que representa un aumento de 50 euros más (+5,5%). Un año después, la subida fue más tímida y elevó esta cuantía hasta los 965 euros para alcanzar, posteriormente en 2022, la barrera de los 1.000 durante el 2022. El pasado año, después de sufrir la peor inflación en décadas, el Gobierno decidió revalorizar el SMI conforme al IPC y se produjo el segundo mayor aumento de la historia, del 8%, pasando de los 1.000 a los 1.080 euros.

La apuesta porque los que menos cobran no solo no pierdan poder adquisitivo, sino que mejore su nivel de vida, se mantiene. Por este motivo, la subida anunciada para este año se sitúa en el 5% y, como mínimo, se habría quedado en 4% si hubiese aceptado la CEOE el acuerdo. La inflación media de 2023 ha cerrado en el 3,5%, dato confirmado este viernes por el INE, pero los más maltratados y precarizados del mundo laboral, de igual que los pensionistas con peores prestaciones o los perceptores de subsidios, verán elevadas sus partidas por encima.