El Banco Central Europeo (BCE) aprobó una nueva subida de los tipos de interés de 50 puntos básicos el pasado 15 de diciembre. El índice que determina el precio del dinero se sitúa en el 2,5%, aproximándose al valor del 3% que se prevé se alcance antes de la próxima primavera. Esta es la cuarta subida consecutiva que acomete la entidad europea, aunque, en esta ocasión, el incremento será menor en comparación con los 75 puntos de finales de octubre. No obstante, la realidad es que el ‘rally alcista’ que el BCE inició en verano continúa su andanza, lo que encarecerá las hipotecas, que alcanzarán valores récord.

El precio del dinero alcanza ya un valor del 2,50%, mientras que la tasa de depósito alcanzará el 2% y la de facilidad de préstamo en el 2,75%. El banco comunitario afirma que "tendrán que incrementarse aun significativamente a un ritmo sostenido", en próximas reuniones del BCE. Christine Lagarde, presidenta de la entidad, transmitía la semana pasada que, en función de los datos disponibles por el momento, debería esperarse subir tipos "a un ritmo de 50 puntos básicos durante un período de tiempo", debido a que la inflación sigue siendo demasiado alta y se prevé que permanezca por encima del objetivo del 2% durante demasiado tiempo.

Sobre esta política económica, Luis de Guindos, vicepresidente del BCE, asegura no saber cuándo finalizará el rally alcista. "Habrá más subidas de tipos, ¿hasta cuándo? Soy honesto, no lo sé", ha indicado el exministro español de Economía en un desayuno informativo, organizado por Nueva Economía Fórum, donde ha explicado que el precio del dinero en la zona euro seguirá subiendo hasta que las proyecciones del BCE indiquen una convergencia estable con el objetivo de estabilidad de precios, "pero eso no está cerca todavía".

¿Cuánto subirán las hipotecas?

El Euríbor es el principal índice al que están ligadas las hipotecas de tipo variable y este, a su vez, condiciona su valor al precio del dinero, es decir, a los tipos de interés. El valor a doce meses de este indicador cerró noviembre con una media del 2,829%, valor no alcanzado desde 2008, en plena crisis inmobiliaria. La subida de tipos despuntará más el valor, catapultandolo hasta el 3% previsto para final de año. Esta presión del coste de los préstamos hipotecarios es una variable que asfixia a las familias con más dificultades económicas, situación que parece no tener mucho peso para los mandatarios encargados de tomar estas decisiones.

De hecho, el alza total en las hipotecas variables supera ya, teniendo en cuenta la anterior subida, los 250 euros mensuales y, tras acometerse esta última, se prevé que el Euríbor se sitúe en valores superiores al 3%, una muy mala noticia para las familias que tenga que renovar sus hipotecas variables en los próximos meses o aquellas que quieran suscribir nuevas hipotecas, caso en el que las fijas también se verán afectadas al estar su valor siempre por encima del variable.  

En noviembre, confirmado el cierre mensual en el 2,8%, una hipoteca variable a 30 años de 150.000 euros y con un diferencial del 0,99% más Euríbor sufrió un aumento de su cuota hipotecaria de alrededor de 251 euros, es decir, pasando de pagar 448 euros al mes a abonar 700 euros a partir de la revisión, lo que equivale a un incremento de 3.000 euros anuales. Con la nueva subida, el incremento para finales de año y principios del siguiente podrá situarse entre los 280 y los 300 euros mensuales. Sobra decir que esto es inasumible para las familias trabajadoras, empujadas a elegir, en muchos casos, entre pagar la hipoteca, los recibos de la casa o una cesta de la compra digna.

¿Mejor una hipoteca fija o variable?

Como todo, la respuesta es que depende. Elegir el tipo de hipoteca en estos momentos de incertidumbre económica resulta de vital importancia. Con respecto a las hipotecas variables, la nueva subida de los tipos de diciembre, encarecere aún más su coste. Actualmente, los tipos se sitúan en el 2% y el Euríbor, como respuesta, alcanza una media en noviembre del 2,8%, cerca del 3% que se prevé.

En el caso de las hipotecas fijas, aquellas que ya estén suscritas no deben preocuparse, debido a que, el porcentaje acordado con la entidad en el momento de la firma no variará suceda lo que suceda. Sin embargo, de cara a firmar nuevos préstamos, los bancos ya han situado el tipo fijo por encima del 3% o, en algunos casos, por encima del 4%. Esta estrategia de los bancos tiene dos vertientes: o empujar a los clientes al tipo variable o, como mínimo, garantizarse tipos fijos elevados. Cabe destacar que, si continúan subiendo las hipotecas variables, estos porcentajes continuarán también al alza.

En consecuencia, debido al contexto de incertidumbre internacional, es complejo pronosticar cual es la mejor opción en estos momentos. El punto a favor de las hipotecas a tipo fijo es la seguridad de que el coste mensual pactado se mantendrá caiga quien caiga. Si bien es cierto que, en caso de voltearse la situación en un par de años y retornar a tipos variables muy bajos, lo que también reduce los fijos, las condiciones firmadas, por ejemplo en un 4%, tampoco variaran y serán menos ventajosas comparativamente.

En favor de los tipos variables se pueden señalar los años previos a esta alza desmedida, una época con intereses negativos que favoreció en gran medida a los hogares y podría retornar en algún momento. No obstante, la incertidumbre, más aún en este momento, sobrevuela siempre este tipo de préstamos y, en escasos seis meses, como ha sucedido ahora, una hipoteca puede verse encarecida más de 200 euros al mes, pudiendo imposibilitar a las familias asumir el coste del préstamo.