El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE) y exministro de Economía español, Luis de Guindos, ha alertado este domingo que la crisis económica española derivada del coronavirus es la “más grave desde la Guerra Civil” en una entrevista a La Vanguardia.

De Guindos asegura que el parón de la economía como consecuencia de la pandemia provocará que la economía mundial entre en recesión y con mayor intensidad en el caso europeo. En esta línea, avanza que el PIB puede caer en un mes y medio alrededor del 5%.

"España tenía una ventaja al inicio de esta crisis: crecía más que la media de sus socios de la eurozona. Y un problema: que su estructura económica está más expuesta a la crisis, ya que depende más de servicios como el turismo, muy afectados por la pandemia. Este hecho diferencial, muy probablemente, implicará una recesión más profunda", explica el vicepresidente del BCE.

Asimismo, prevé que la economía española crezca ligeramente a partir del tercer trimestre “pero habrá que esperar al año 2021 para ver una recuperación real de la actividad. En cualquier caso, en 2021 no se compensará toda la caída de 2020", según el exministro de Rajoy. El exministro ha explicado además que España afronta esta crisis mejor que en 2008 ya que ahora no tiene problemas de solvencia.

En el caso de las empresas, de Guindos asegura que tendrán una “caída brutal” de la facturación. Por ese motivo, aboga por aliviar sus cargas fiscales mediante una moratoria o incluso a través de la exoneración del pago de impuestos. En esta línea, también alerta de que la recaudación del Estado sufrirá una caída significativa.

Sin embargo, el vicepresidente del BCE manda un mensaje de calma a pesar de la caída de los ingresos asegurando que los niveles de deuda en la zona euro son “sostenibles” y no se contempla una condonación o una quita.

El exministro aboga también por los acuerdos políticos en una situación como esta: "siempre hay que ser favorable a los acuerdos políticos en situaciones tan extraordinarias como la actual". Sin embargo, en el caso concreto de los Pactos de la Moncloa, de Guindos valora que “tal vez no sean extrapolables” a esta situación.