En medio de la negociación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2021, el Gobierno ha puesto sobre la mesa la posibilidad de congelar el sueldo de los empleados públicos, tal y como avanza El País este jueves.
En las próximas dos semanas el Ejecutivo deberá decidir si incluye en sus presupuestos una congelación del sueldo de los funcionarios o si, por el contrario, aprueba una subida similar a la evolución de los precios para que estos trabajadores no pierdan poder adquisitivo. Por el momento no se ha tomado ninguna decisión, según el Ministerio de Política Territorial y Función Pública, que recomienda esperar a la presentación de los presupuestos.
Precisamente por la baja inflación y el IPC en el -0,5%, como consecuencia de la crisis del coronavirus, los tres millones de funcionarios mantendrían casi intacta su capacidad de compra en el caso de no percibir un aumento salarial. Es decir, los trabajadores públicos no perderían poder adquisitivo en el caso de aprobarse la congelación.
El proyecto de los presupuestos debería presentarse antes del 30 de septiembre y, a 10 de septiembre, aún no se han entablado conversaciones con los representantes de los funcionarios, según confirman las partes a El País. De hecho, este jueves se celebra una reunión para abordar la cuestión del teletrabajo en la Administración pero no se prevé que se incluyan cuestiones sobre el salario.
Calvo niega la congelación pero Calviño no lo descarta
A pesar de que Carmen Calvo, vicepresidenta primera del Gobierno, ha negado esta mañana a Espejo Público que se vaya a congelar el sueldo de los funcionarios, El País cita a un alto cargo del Gobierno que admite que las cuentas públicas están tensionadas: “No sería descabellado que se congelara el sueldo de los funcionarios o se subiera muy poco”.
Por otro lado, la ministra de Economía, Nadia Calviño, no ha descartado la congelación del sueldo de los Presupuestos esta mañana en una entrevista a Cope. La ministra ha pedido prudencia y ha explicado: "Todavía estamos montando la estructura de los presupuestos y se tendrán en cuenta una multiplicidad de factores".
El gasto de personal supone una de las mayores partidas de los PGE, donde se incluyen las remuneraciones a los empleados públicos. De hecho, en los presupuestos vigentes, diseñados en 2018, la partida asciende a más de 32.000 millones de euros si se incluyen los créditos para clases pasivas, con el objetivo de financiar las pensiones de los funcionarios.
Tras varios mandatos de reducción de sueldo, la subida a los funcionarios llegó en 2018 con el exministro de Hacienda del Partido Popular, Cristóbal Montoro. El exministro pactó con los sindicatos varias subidas salariales de entre el 6,1% y el 8,8% hasta 2020, que permitiría recuperar parte de poder adquisitivo perdido durante la crisis financiera de 2012.
Para este año se esperaba una subida del 2%, más una parte variable del 1% en función del PIB y un 0,3% de fondos adicionales, además de la equiparación salarial de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Sin embargo, el pacto termina este año y, aunque según El País el Gobierno pretendía firmar un acuerdo similar, la irrupción de la pandemia ha cambiado los planes.
