La ministra de Trabajo, Fátima Báñez, interviene en la sesión de control al Ejecutivo, en el Congreso de los Diputados. EFE/Archivo La ministra de Trabajo, Fátima Báñez, interviene en la sesión de control al Ejecutivo, en el Congreso de los Diputados. EFE/Archivo



La ministra de Trabajo, Fátima Báñez, muestra una especial habilidad en utilizar las estadísticas a su antojo. Tan pronto dice que ahora se despide menos gente como que los descuelgues de los convenios son mano de santo. Pero en un caso la cifra es falsa y en el otro parece que sólo la sabe ella.

Anuncio con boato…
En declaraciones solemnes y públicas, Fátima Báñez, ministra de Empleo, decía la semana pasada que la reforma laboral empieza a dar sus frutos. Y esa panacea del final del paro se deja ver, según sus datos, en que ahora “sólo el 17% de los ERE acaban en despido”. Verbigracia, el 83% de los Expedientes de Regulación de Empleo terminan en otra clase de pacto que implica el mantenimiento, al menos teórico, de la vinculación laboral.

…Pero falso
Se le olvida a la ministra, o lo quiere olvidar, que su dato es exacto pero que antes de su reforma laboral era mejor. En 2009, en la parte más dura de la crisis, con la construcción cayendo en barrena, el paro se disparaba y los ERE acumulaban 549.282 trabajadores afectados. De ellos, 63.476 acabaron en las colas del paro después de haber visto extinguido su contrato de trabajo. Eran un 11,6% del total. En 2012 (entre enero y noviembre, que son los últimos datos oficiales conocidos), de los 406.810 trabajadores afectados por ERE, 68.226 han ido a la calle, es decir, tal y como dice la ministra, el 17%, o para ser más exactos, el 16,8%, cinco puntos más que en 2009, cuando no había reforma laboral. Son más en número y en porcentaje.

Menos sueldo por seguir
¿Qué es lo ha cambiado de verdad? Pues que se ha multiplicado por cuatro el número de trabajadores que entre 2009 y 2012 han visto reducida su jornada laboral (y su sueldo en la misma proporción) para conservar su empleo. Y mientras, los expedientes de suspensión, en los que los trabajadores se van unos meses al paro y luego vuelven a la empresa como método de alivio de las cuentas por la falta de actividad, se han reducido un 44,4%, porque ahora es más barato despedir y más fácil bajar el sueldo a los empleados.

Datos secretos de descuelgues
En este mismo sentido, la ministra anunciaba también hace muy poco que, según sus datos, “30.000 trabajadores han acordado con su empresa, desde la entrada en vigor de la reforma laboral, descolgarse de convenios de ámbito superior que no eran adecuados a la actual situación, y sustituir determinadas condiciones de trabajo por otras más adecuadas a sus circunstancias". En este caso, al no existir estadísticas oficiales, el dato queda ahí sin posibilidad de ser contrastado.

Sin posible contraste
Los dos sindicatos mayoritarios, UGT y CC.OO., han requerido por carta a la Secretaría de Estado de Empleo "información detallada y urgente sobre las inaplicaciones de convenio que facilita la reforma laboral registradas ante la Autoridad Laboral desde su entrada en vigor”. Estos datos no forman parte de las estadísticas oficiales, por lo que su uso por parte de la ministra en comparecencias públicas es otra forma de uso particular de los datos más grave si cabe, puesto que no pueden ser contrastados por los agentes sociales.

Un incumplimiento más
Los representantes de los sindicatos han recordado al Ministerio que ya en noviembre hubo reuniones formales en las que los subordinados de Fátima Báñez se comprometieron a introducir en las estadísticas oficiales los datos de los descuelgues de convenios. Esta es una reivindicación sindical básica, ya que esta forma de solucionar posibles conflictos de intereses entre trabajadores y empresas (sobre todo pymes) es una de las novedades básicas de la reforma laboral.

Los números cantan
En cualquier caso, los casi 29.000 trabajadores más que han visto mermado su sueldo a cambio de seguir en su puesto en 2012 con respecto a 2011 (esos sí son datos oficiales y públicos) más los 30.000 que dice la ministra que han continuado trabajando gracias a los descuelgues de convenios suman mucho menos de los 850.000 empleos perdidos en  el primer año de reforma laboral.