El impacto positivo para España ha sido inmediato. La Bolsa ha recuperado en dos días todo lo que había perdido en dos semanas y ha recuperado los 10.000 puntos. La prima de riesgo ha bajado en casi 100 puntos básicos, por debajo de los 260 puntos básicos, y la rentabilidad ha bajado al 5,x%. Pero, lo que tiene un impacto más directo para España es que se han aprobado una serie de instrumentos para gestionar la crisis.

Intervención más activa del fondo de rescate
Y es que la principal novedad del acuerdo es que faculta al fondo de rescate (la Facilidad Europea de Estabilidad Financiera) para intervenir mucho más activamente en el mercado, con líneas de crédito a los países en dificultades e inyecciones de liquidez para el sector financiero sin necesidad de imponer un programa de ajuste draconiano.

Un nuevo instrumento para atajar el contagio
El fondo provisional, y previsiblemente su sucesor definitivo en junio de 2013, se convierte así en un poderoso instrumento para atajar el riesgo de contagio que amenazaba en convertir a los socios de la zona euro en piezas de dominó insostenibles: una vez caída el primero (Grecia), el resto iba detrás poco a poco. La compra de deuda pública en el mercado secundario también será posible, aunque solo en condiciones excepcionales, bajo supervisión del BCE y por acuerdo unánime del Eurogrupo.

Primer plan de solidaridad europeo
Tal vez, la principal novedad es que, por primera vez desde que se descubrió el descalabro fiscal de Grecia, a finales de 2009, la zona euro responde con un plan de solidaridad encaminado a garantizar la viabilidad económica de todos los socios. Y el texto elimina la mayoría de elementos de castigo que se habían incorporado en operaciones de rescate anteriores. El objetivo es apoyar "en Grecia una estrategia de crecimiento e inversión". Atenas será, pues la primera beneficiada del nuevo planteamiento. Pero el gesto de solidaridad política del Eurogrupo, celebrado con subidas en prácticamente todos los mercados, se extiende en primer lugar a Portugal e Irlanda, países a los que se ofrece la misma mejora en las condiciones de financiación que a Grecia.

Hacer más previsible el comportamiento del mercado
Y de forma indirecta beneficia a España al hacer previsible el comportamiento del mercado en caso de complicaciones. La seguridad es la principal baza de estabilidad de los mercados. Elena Salgado, ha destacado esta mañana que el acuerdo alcanzado por el Eurogrupo para rescatar a Grecia ha supuesto la construcción de un "muro muy fuerte y muy grueso" frente al contagio en otros países, además de un "aviso" a las agencias de rating, cuya opinión ya no va a ser la única a tener en cuenta.

Fitch cumple su amenaza
Precisamente la agencia de calificación de riesgos Fitch ha cumplido con sus amenazas y ha anunciado hoy que el segundo rescate de Grecia pactado supone un "impago restringido" del país mediterráneo pero un impago al fin y al cabo. Por este motivo, adelanta que, en cuanto se produzca el canje de la deuda en circulación por nuevos títulos y los originales no sean abonados en tiempo y forma, procederá a rebajar de nuevo la nota de solvencia de Atenas. El argumento que da para calificarlo de impago es que los títulos actuales se cambiarán por nuevos bonos, con condiciones peores desde el punto de vista del inversor por su rentabilidad y plazos de vencimiento. La decisión de esta sociedad, una de las tres que domina el sector de la medición de riesgos, será con toda seguridad secundada por sus colegas de Moody's y Standard & Poor's. La deuda de Grecia está calificada por Fitch como CCC, tres escalones por debajo del bono basura.

Peor que el bono basura
Actualmente, Fitch califica a Grecia con la peor nota de solvencia de entre todos los países que tienen rating con una CCC, lo que indica que es una inversión solo apta para amantes del riesgo y que está tres escalones por debajo del que se reserva a los especuladores, el de bono basura.