El presidente de Naturgy, Francisco Reynés, ha puesto sobre la mesa el papel que juega España en la crisis energética actual gracias a su “ventaja competitiva” y a la “tranquilidad de suministro”. El mix energético y la diversificación entre el gas y el gas natural licuado (GNL) presente en el sector sitúa a España en una posición fuera de peligro ante el riesgo de desabastecimiento energético en medio de una crisis que asola a Europa tras la invasión rusa de territorio ucraniano y los posteriores cortes de gas por parte de Vladimir Putin. 

Reynés ha ido más allá en el rol que juega España en esta situación y asegura que Naturgy cuenta con una “posición privilegiada” dentro del sector, tanto por con su contrato de gas con la argelina Sonatrach como por el GNL que llega en barcos a las costas españolas. La seguridad de suministro es una de las tres patas del trilema energético que ha centrado la intervención del presidente de la energética en el encuentro mantenido este jueves en la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Servicios de Madrid.

“Tener contratos a largo plazo de gas es lo mejor que podemos hacer las empresas que nos dedicamos al suministro” -ha defendido sobre el papel de Naturgy- “Los contratos a largo plazo exigen compromiso y financiación. Es decir, dan seguridad de contrato y aseguran el suministro". 

Trilema energético: presente, futuro y precios asequibles

El trilema energético actual contempla tres claves: presente, futuro y precios asequibles. En primer lugar, el presente está representado por la seguridad de suministro energético actual. En segundo lugar, el futuro pasa por mantener la tranquilidad para las generaciones futuras, en palabras de Reynés, “no hipotecar a las generaciones futuras”, con un esfuerzo para avanzar en sostenibilidad y respeto al medio ambiente. El tercer punto, y quizás más importante, pasa por mantener unos precios estables y asequibles, tanto para los clientes domésticos como para las empresas o instituciones públicas. En esta línea, el presidente de Naturgy ha mandado un mensaje a las autoridades para facilitar los permisos de instalaciones de energía renovable. 

Para Reynés, una de estas patas no puede ser entendida sin las otras dos, especialmente la seguridad de suministro. “Es uno de los tres lados del triángulo equilátero que debería estar en la mente de cualquier empresa energética” -ha explicado el presidente de Naturgy para mandar un mensaje velado después a las administraciones públicas- “Sin decirle a otros lo que tienen que hacer, también debería estar en la mente de aquellos que deciden planes nacionales y supranacionales”. Una de las claves de la seguridad de suministro es mantener el gas como materia prima ante la incertidumbre que suponen las energías renovables. Y es que, en las propias palabras de Reynés, “la que más puede fallar es la renovable porque depende de un recurso que no gestionamos”. 

El trilema energético es clave, según la energética, en un momento en el que el escenario es “clarísimamente más incierto del habitual”, en palabras de Reynés, que no prevé un cambio de tendencia en la inflación. “La inflación es la más alta de todos los tiempos y no parece que vaya a ser contenida en un periodo corto de tiempo”, ha reconocido el presidente de la compañía. Una incertidumbre provocada tanto por la guerra de Ucrania como por la recuperación económica de China que, tal y como ha advertido el líder de Naturgy, provocará cambios en la curva de la demanda energética. 

Naturgy lamenta los cambios regulatorios "cada 15-20 días"

Una incertidumbre que también viene marcada por los cambios regulatorios de los últimos dos años. “2022 ha sido el periodo más corto en el que ha habido más regulaciones”, ha criticado Reynés, con más de 20 normas regulatorias nuevas en España y Europa. “Esto supone que ha habido regulaciones diferentes cada 15-20 días”, ha reconocido el máximo directivo de Naturgy. 

Ante este panorama, la compañía ha trabajado en los últimos meses para impulsar este trilema energético, tanto con su avance en materia de descarbonización como con las ofertas de precios para sus clientes, las denominadas Tarifas Compromiso. No obstante, ha matizado: “Si los precios suben en el mercado spot es bastante difícil que tú puedas bajarlos porque tienes que suministrar”.

Reynés prevé un 2023 con la luz más barata y el gas volátil

De cara al futuro, el presidente de Naturgy considera que la volatilidad se mantendrá en los precios de la energía en los próximos meses, después de haber observado precios más estables en los primeros meses de este año. Sin embargo, el líder de la energética sí avanza un abaratamiento de los precios de la electricidad en los próximos meses.

El futuro más próximo de los precios del gas continuará marcado por la volatilidad y la incertidumbre derivadas de cuatro aspectos clave. Por un lado, la necesidad de reponer inventarios. Algo que el líder de la energética ha explicado en detalle durante su intervención: “Durante el invierno se consume el acopio de primavera y verano y esto marcará la demanda”. Aquí aparecen dos aspectos, uno positivo y otro negativo. En el lado bueno, “el invierno 2022 ha sido más benigno en términos de temperatura en Europa en 2023 y el consumo ha sido menor, ha drenado menos las existencias de los almacenamientos. Ha hecho calor, o no tanto frío, en todos los sitios. Esto es positivo para el precio porque desplaza la curva de demanda hacia la izquierda”. 

En el lado malo, según Reynés, “la Unión Europea, encaminada a la seguridad de suministro, sacó una directiva para que las empresas gasistas aumentaran su capacidad de suministro de gas y marcó que empezaran el 2023 con un 90% de almacenamiento. En diciembre de 2023 la obligación es diez puntos superior. Esto empeoraría el precio”. A este aspecto negativo se sumaría el papel de Rusia en la crisis energética europea. Según el directivo de la compañía, “Rusia ya suministra menos gas del que suministraba aunque sigue suministrando a Europa”. Una realidad que tendrá su correlación en la oferta-demanda de gas a nivel europeo. 

La excepción ibérica, ejemplo energético en Bruselas 

Ante esto, Bruselas se ha puesto en marcha para la creación de una plataforma de compras conjuntas de gas que evite la especulación en el mercado. Sin embargo, la política energética común en Bruselas es “muy difícil” en palabras de Reynés por la heterogeneidad de los Estados miembros. “No hay una política energética común en Europa porque los mix energéticos son muy diferentes en cada país”, ha reiterado.

Aquí el directivo ha puesto de nuevo sobre la mesa el papel de España en materia energética a nivel comunitario: “España está en una situación especial. Somos los únicos que tenemos relación con Portugal, lo de la excepción ibérica no es circunstancial. Muchas veces se pone nuestro ejemplo de excepción ibérica en las políticas a corto plazo”.