Repsol prevé abonar 450 millones de euros a las arcas públicas este año por el pago del impuesto extraordinario a las grandes energéticas aprobado por el Gobierno sobre la base de los resultados de 2022. Así lo ha avanzado el consejero delegado de la multienergética, Josu Jon Imaz, en una conferencia con analistas tras la presentación de resultados económicos anuales de la compañía, en la que también ha criticado el gravamen. El CEO ha asegurado que Repsol "seguirá los cauces legales oportunos para la anulación" del gravamen.

"Repsol, de acuerdo con sus consejeros internos y externos, considera que este impuesto es incompatible con la Constitución Española y con la legislación de la Unión Europea y seguirá los cauces legales oportunos para la anulación y, en ese caso, la devolución de las cantidades cobradas", ha explicado Imaz en la conferencia con analistas tras la presentación de resultados. Por su parte, su competidor Naturgy mantenía la prudencia ante el posible recurso hace apenas 24 horas en su correspondiente presentación de resultados. 

El impuesto extraordinario a las grandes energéticas del Gobierno, aprobado ya en trámite parlamentario, consiste en el gravamen del 1,2% de las ventas de las empresas del sector que superen un nivel de ingresos de 1.000 millones anuales. "Es difícil de entender porque no es coherente con las características subyacentes del tributo", ha justificado el segundo de Repsol, en referencia a que grava las ventas. La multienergética ha cerrado el ejercicio 2022 con un beneficio anual de 4.251 millones de euros, un 70% más que en 2021, y ha anunciado inversiones récord por valor de 5.000 millones de euros para este 2023. 

Imaz: "El impuesto desincentivará la inversión"

"El impuesto desincentivará la inversión, que es precisamente lo que necesitamos para bajar las tarifas energéticas. Necesitamos inversión y más producción. Y esa es la forma de hacer bajar los precios. No con este tipo de gravámenes e impuestos imprevisibles", ha advertido el directivo ante los analistas. El CEO de la compañía ha explicado durante la conferencia que el pago extraordinario de este impuesto se realizará en dos partes diferenciadas, una este mismo mes de febrero y la otra en septiembre. No obstante, ha asegurado que el pago del impuesto no tendrá un impacto "material" en las cuentas económicas anuales de 2023, sino que grava los resultados de 2022.

Repsol ha dejado patente en sus cuentas económicas anuales el pago de más de 17.000 millones de euros en impuestos en 2022, 12.000 millones de ellos para las arcas públicas españolas, el 70% del total, siendo la empresa del Ibex 35 que más impuestos paga en España. De hecho, la compañía ha cerrado el ejercicio con la mayor contribución fiscal de su historia.

Imaz ha criticado el impuesto sobre las ganancias de las energéticas en la propia nota de resultados económicos anuales comunicada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) este jueves. "Considerar extraordinario un beneficio que se obtiene de un gran esfuerzo inversor y penalizarlo frente al que se dedica a importar productos de otros continentes sin crear un solo empleo industrial, es, además de injusto, incomprensible y perjudicial para la economía española”. Con esta frase, el CEO de Repsol justifica el beneficio obtenido al cierre de 2022 y responde a las críticas sobre los beneficios de las grandes empresas, banca y energéticas, precisamente los sectores gravados por el impuesto del Gobierno. 

El beneficio de Repsol no compensa las pérdidas de 2019 y 2020

Además, la compañía asegura que el resultado positivo de 2022, sumado a los 2.499 millones de euros de 2021, no llega a compensar las pérdidas de 2019 y 2020, este último ejercicio marcado por la pandemia de coronavirus, con un resultado negativo conjunto de 7.105 millones de euros. El beneficio conjunto de Repsol en el periodo 2021-2022 asciende hasta los 6.750 millones de euros, todavía 350 millones por debajo de las pérdidas de los ejercicios anteriores.

“El debate social sobre los beneficios empresariales hay que ponerlo en contexto. Los mensajes populistas solo sirven para dificultar la actividad empresarial, provocar desconfianza en los inversores, reducir la inversión y la actividad económica, disminuir la recaudación de impuestos y poner en riesgo el empleo industrial. Frente a estos mensajes, Repsol apuesta por un camino de responsabilidad con la sociedad” -continúa el segundo de Brufau- "Intentar resolver el dilema energético con más impuestos no solo es discriminatorio y demagógico, sino también perjudicial".

El CEO de la compañía ha justificado la mejora del beneficio de la multienergética y asegura que "los altos precios energéticos" no solo responden a la guerra de Ucrania, sino que "la escasez de productos energéticos ya existía antes". "Los precios altos no son caídos del cielo, son consecuencia de las incorrectas decisiones adoptadas en Europa", ha criticado Imaz.