Repsol ha anunciado este jueves un acuerdo con EDP, a través de su filial de renovables, EDP Renewables (EDPR), para trabajar juntos en nuevas oportunidades de inversión en proyectos de hidrógeno renovable en la Península Ibérica. Lo ha hecho coincidiendo con la presentación de su estrategia de hidrógeno renovable hasta 2030, con una inversión de 2.549 millones de euros hasta 2030.

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El director de Hidrógeno de la compañía, Tomás Malango, ha presentado la nueva estrategia en hidrógeno renovable de la energética en Campus Repsol, para lo que invertirán un total de 2.549 millones en la próxima década. El objetivo de la compañía es liderar el mercado en la Península Ibérica y situarse como el tercer productor relevante a nivel europeo. “Somos el primer consumidor y productor de hidrógeno en el mercado español, con una cuota de mercado del 60%”, ha asegurado Malango.

Asimismo, Repsol prevé la instalación de 1,9 GW de energía renovable hasta 2030. El hidrógeno renovable es uno de los pilares estratégicos del plan de Repsol, con el objetivo de alcanzar las cero emisiones netas en 2050. Para ello, emplea distintas tecnologías que llevarán a la compañía a cumplir con los objetivos de producción de hidrógeno renovable, entre las que destacan la electrólisis, la producción a partir de biogás y la fotoelectrocatálisis, una tecnología que la energética desarrolla con Enagás.

De hecho, Repsol emplea este gas desde hace décadas en sus diferentes negocios, tanto por su experiencia en la cadena de valor como por las sinergias entre los diferentes usos del hidrógeno. Para cumplir con sus objetivos, la energética impulsará la creación de grandes polos regionales en torno al hidrógeno renovable para acoplar la producción y la demanda del gas, en aras de conseguir ecosistemas eficientes.

Acuerdo con EDP: dos proyectos en España y uno en Portugal

Malango ha explicado los proyectos e iniciativas con los que cuenta Repsol para alcanzar este objetivo, entre los que precisamente aparece el acuerdo formalizado esta mañana con la filial EDP Renovables. El Memorandum of Understanding (MoU), firmado por los consejeros delegados de ambas empresas, Josu Jon Imaz y Miguel Stilwell d'Andrade, en la Embajada de España en Lisboa esta semana supone el inicio de las conversaciones entre ambas partes para implementar proyectos de energías renovables en la Península Ibérica.

El acuerdo reconoce tres proyectos potenciales para su posterior evaluación, dos en España y uno en Portugal. En el primer caso se han identificado dos proyectos. Uno de ellos, liderado por EDP, es el proyecto de Aboño, que pretende crear un "Valle del Hidrógeno verde" en Asturias, uno de los ejes del plan de transición energética diseñado para esta región. Repsol lidera el proyecto en el País Vasco, también con un electrolizador a gran escala, dentro del proyecto "Corredor Vasco del Hidrógeno".

En Portugal se prevé explotar la producción de hidrógeno renovable en Sines, aprovechando la complementariedad entre las operaciones de Repsol en el mismo lugar a través de su complejo industrial -como potencial usuario de gas renovable- y el papel de EDP como proveedor de energía.

Con la identificación de estos primeros proyectos, las dos empresas refuerzan su interés por explorar sinergias para la gestión y explotación de proyectos de hidrógeno renovable en la Península Ibérica en un periodo de transición energética en el que la colaboración, no solo entre empresas, sino también entre los sectores público y privado, será decisiva.

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Repsol ha sido pionera en su compromiso para convertirse en una empresa de emisiones netas cero para 2050 y el hidrógeno será una palanca clave para transformar sus complejos industriales en centros multienergéticos. Así, pretende liderar la producción de hidrógeno renovable en la Península Ibérica y jugar un papel de liderazgo en Europa con el objetivo de tener una capacidad equivalente a 552 MW en 2025 y 1,9 GW en 2030, según las previsiones desveladas este jueves.

Los proyectos de Repsol

Según Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol, "este acuerdo reunirá las capacidades complementarias de dos grandes empresas para acelerar la descarbonización de las economías española y portuguesa. Las sinergias y la voluntad de crear valor en la producción y comercialización de hidrógeno renovable ayudarán a desarrollar un mercado emergente que aún tiene retos tecnológicos y regulatorios”.

EDP y Repsol son socios desde hace mucho y desarrollan ya algunas iniciativas como el proyecto Windfloat Atlantic, el primer parque eólico marino flotante de Europa continental, situado frente a la costa de Viana do Castelo en Portugal. En este caso, Repsol cuenta con una participación del 13,6% en el proyecto, liderado por Ocean Winds, una empresa conjunta creada por EDPR y Engie. Otros proyectos de producción de energía eólica, como los parques offshore de Inch Cape o MORL, ambos en Reino Unido, también han sido impulsados por una asociación entre las dos empresas.

“El acuerdo con EDP forma parte de la creación del ecosistema para avanzar en la producción de hidrógeno renovable”, ha asegurado Malango. Más allá de este acuerdo, Repsol ha anunciado que empleará todas las tecnologías disponibles, eligiendo aquellas que permitan una transición energética de forma acelerada y con el menor coste posible. Para ello, ya cuenta con proyectos en diferentes partes del territorio nacional, con una “distribución geográfica y de calidad de activos muy significativa en España”, en palabras del director de Hidrógeno de Repsol.

La compañía ubicará plantas de electrolizadores en sus complejos industriales. De hecho, el pasado 20 de septiembre ya hizo pública la instalación del primer electrolizador en su refinería de Petronor, situada en Bilbao. La planta entrará en funcionamiento en la segunda mitad de 2022, con una capacidad de 2,5 megavatios. También instalará estos electrolizadores en las refinerías de Cartagena, Tarragona o en el propio Bilbao.

"Harán falta ayudas" 

Para avanzar en la estrategia de hidrógeno renovable, el experto ha recalcado la necesidad de ayudas económicas y de colaboración público-privada, con un importante papel de las Administraciones Públicas, pero también de las pymes. "Harán falta ayudas", ha asegurado Malango. 

Sin embargo, ha matizado que el objetivo de Repsol es desarrollar una estrategia del hidrógeno renovable y "no una estrategia de financiación del hidrógeno renovable". Con respecto a la dotación de los fondos europeos y de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para el desarrollo del hidrógeno, desconocen todavía la cantidad que podría recibir Repsol pero sí tienen algo claro: "Producir hidrógeno tiene un coste elevado". 

Repsol prevé en su estrategia producir hidrógeno a partir de residuos orgánicos de diferentes procedencias, como son los residuos urbanos, la biomasa u otros subproductos de industrias agrícolas y ganaderas. Para ello, ya ha realizado las primeras pruebas en la refinería de Cartagena, con combustibles de baja huella de carbono empleando hidrógeno renovable.