El presidente de Repsol, Antonio Brufau, ha destacado en la junta general de accionistas de la compañía la necesidad de combinar del mejor modo posible las políticas públicas y la iniciativa privada para recuperar cuanto antes la senda de la prosperidad.

Ante el desafío mundial que suponen el cambio climático y las consecuencias de la crisis del covid-19, Brufau ha defendido la industria y la apuesta por todas las tecnologías como palancas esenciales, y ha señalado la obligación de actuar con decisión, implicando a múltiples actores y soluciones.

La industria “genera empleo estable y de calidad con la característica adicional de que también crea riqueza en el territorio en el que se implanta. Si España tuviera un mayor porcentaje de su PIB en actividades industriales, habríamos resistido mejor la crisis”, ha afirmado.

Para el presidente de Repsol, “de esta crisis tenemos que salir con más industria, y no con menos, con más empleo de calidad, y no con más precariedad, capturando todas las oportunidades de los Fondos Europeos Next Generation, que están basadas en proyectos viables y de ejecución asegurada.

Cartera de 30 proyectos para aprovechar los fondos europeos

Brufau ha ratificado el compromiso de Repsol de contribuir a superar estos desafíos, para lo que ha destacado dos palancas esenciales: la industria y la apuesta por la neutralidad tecnológica. Además, ha explicado que la compañía cuenta con una cartera de 30 proyectos, que ha presentado en el marco de las convocatorias de manifestaciones de interés lanzadas por el Gobierno para la recepción de los fondos europeos Next Generation.

La inversión total de estos proyectos ascendería a los 5.959 millones de euros y, según el presidente, "combinan tecnología, descarbonización y economía circular, creación de empleo de calidad y equilibrio territorial".

La cartera de proyectos de la energética se compone de ocho proyectos de hidrógeno renovable, nueve de economía circular, cuatro de generación renovable y almacenamiento, ocho de energía distribuida y movilidad eléctrica y otro de transformación digital. En el caso del hidrógeno renovable, la compañía ha destacado proyectos que ya ha presentado en los últimos meses.

De hecho, Repsol ya ha anunciado que creará en Bilbao una de las mayores plantas de producción de combustibles sintéticos con cero emisiones netas del mundo a partir de hidrógeno renovable, con la colaboración de la mayor petrolera del mundo, Saudi Aramco. La planta generará hidrógeno renovable con energía 100% libre de emisiones, con una inversión de más de 60 millones de euros.

Proyectos en Bilbao, A Coruña, Cartagena o Tarragona

Por otro lado, Repsol lidera el consorcio H24All para desarrollar el primer electrolizador alcalino de 100 megavatios en Europa. El objetivo en este caso es instalar el electrolizador en el complejo de Petronor en el País Vasco. También en el norte de España, en A Coruña, la energética prevé desarrollar un proyecto de producción de hidrógeno renovable a partir del biogás que se obtiene tras el tratamiento de residuos urbanos.

Además, el complejo industrial de Puertollano cuenta con un proyecto para la instalación de una planta de producción de hidrógeno renovable a partir de la fotoelectrocatálisis. Este proyecto lo ha puesto en marcha con Enagás.

Más allá de estos grandes proyectos, Repsol también prevé poner en marcha otras iniciativas en Cartagena, con la primera planta de producción de bicombustibles avanzados en España; en Tarragona, con una instalación para producir plásticos a partir del reciclado de materiales; en A Coruña, con la posible implantación de nuevas tecnologías en las unidades de refinería y en Cantabria, donde prevé realizar una ampliación de la central de bombeo de Aguayo.

La tecnología, palanca principal del Plan Estratégico

Brufau también se ha referido a la tecnología, una de las palancas principales del Plan Estratégico que Repsol ha puesto en marcha para el periodo 2021-2025, y ha reclamado que desde las instituciones se permita “acudir a las soluciones más eficientes desde un principio de neutralidad tecnológica”, teniendo en cuenta aquellas “más adecuadas y eficientes en términos de coste para reducir las emisiones”. 

“Es un hecho que los combustibles líquidos o licuados van a seguir siendo la mejor solución para la movilidad durante décadas. Los hidrocarburos y las actividades de exploración y producción, de refino y petroquímica, bajo unas rigurosas premisas de descarbonización, van a seguir siendo parte de la solución para proporcionar los niveles de prosperidad que reclama la sociedad global”, ha explicado el presidente de la compañía. 

Por otro lado, el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha repasado los hitos del ejercicio 2020, “un año muy relevante, en el que hemos gestionado con éxito nuestro Plan de Resiliencia en respuesta al duro contexto y también hemos presentado el Plan Estratégico que marca la ruta de nuestra actividad para los próximos años y reafirma nuestro compromiso con la transición energética”.

“En Repsol hemos demostrado de nuevo la solidez de nuestro proyecto, con resultados positivos en todos los negocios y manteniendo el compromiso de retribución al accionista entre los más atractivos de la bolsa española y de nuestro sector”, ha destacado Imaz. Los accionistas de la compañía percibieron en 2020 una retribución de 0,916 €/acción en el marco del programa “Repsol Dividendo Flexible”. 

El nuevo Plan Estratégico de Repsol contempla una inversión total de 18.300 millones de euros en el período 2021-2025, de los que aproximadamente el 30% se destinará a proyectos bajos en carbono con los que avanzará en su objetivo de ser cero emisiones netas en 2050.