Repsol, una de las grandes petroleras a nivel internacional, está haciendo frente a la crisis del coronavirus, tal y como ocurre con el resto de empresas mundiales. Sin embargo, en su caso el impacto negativo es doble ya que también debe enfrentarse a la caída del petróleo derivada de la guerra que comenzaron hace unas semanas Arabia Saudí y Rusia en el entorno de la OPEP.

Así, el Consejo de Administración de la compañía se ha reunido este miércoles para tomar las medidas necesarias con el objetivo de paliar el impacto de esta crisis, aprobando un plan de resiliencia para este año. Por un lado, Repsol ha reducido sus inversiones para este año en 1.000 millones de euros, hasta los 2.800 millones, es decir un 26% con respecto a lo previsto y asimismo, se ha visto obligado a reducir costes mediante la disminución de presupuestos y posibles sinergias.

Este plan de resiliencia sustituirá por el momento al nuevo plan estratégico de 2021-2023, cuya presentación estaba prevista para el 5 de mayo y, debido a la situación actual, se ha aplazado hasta una fecha desconocida. Sin embargo, el plan no contempla la reducción del dividendo, sino que fuentes de la compañía aseguran que se mantiene en la retribución de 1 euro por acción, tal y como aparece en el plan estratégico 2018-2020.

Así, con los 0,45 euros por acción ya entregados en enero, Repsol abonará a sus accionistas los restantes 0,55 euros por acción en el mes de junio, cumpliendo con el compromiso con sus accionistas, de los que medio millón son pequeños tenedores.

El plan no contempla ajustes laborales

Además, la compañía asegura que este plan de resiliencia no afectará en absoluto, al menos de momento, a los trabajadores ya que no se plantean nuevos ajustes laborales. De los 24.000 empleados que tiene la compañía a nivel mundial, 17.000 se encuentran en España y todos ellos están trabajando, teletrabajando en el caso de empleos que por razones técnicas lo permitan y en sus puestos físicos en el caso de refinerías y gasolineras, esenciales en esta crisis.

La compañía asegura que muchos de sus puestos de empleo están incluidos en las excepciones del Real Decreto y que, por ese motivo, van a asegurar los puestos, con las medidas de higiene y seguridad necesarias. De hecho, desde el primer impacto de la crisis, las gasolineras de Repsol cuentan con autoservicio y la atención en tienda se hace a través de ventanilla. En este caso, aseguran el abastecimiento en todas las gasolineras del territorio español.

Repsol reconoce que la demanda de carburantes ha caído en los últimos días por los menores desplazamientos de la población, cumpliendo con el confinamiento y el estado de alarma decretado por el Gobierno, mientras que el reparto de butano ha aumentado entre los hogares.