Naviera Armas, dueña de Transmediterránea, es conocida por ser la principal conexión marítima entre la península y las Islas Canarias y Baleares. Ahora, la delicada situación financiera por la crisis del coronavirus podría llevar a la compañía a la quiebra, tal y como asegura El Confidencial este jueves.

El medio afirma que la naviera no puede hacer frente a sus deudas, por encima de los 800 millones de euros, y ha anunciado a sus acreedores que no podrá pagar los siguientes intereses. Así, la empresa ha pedido a sus acreedores la negociación de una quita de la deuda, para lo que ha contratado a Houlihan Lokey y a PwC.

Según fuentes financieras a las que ha tenido acceso dicho medio, Naviera Armas ha comunicado que no dispone de dinero suficiente para abonar el cupón de los bonos de 282 millones de euros que vencen 2023 y tendrá que devengar a finales de enero de 2021, en solo tres meses.

Sin embargo, la compañía ha enviado un comunicado donde asegura que está gestionando la refinanciación de sus bonos y que "no se encuentra en situación de preconcurso, ni de concurso de acreedores".

Según ha informado, ha iniciado conversaciones con los representantes de los principales bonistas, con el objetivo de refinanciar o reestructurar los bonos con vencimiento en 2023 y 2024, algo que esperan que "fructifique en la próximas semanas".

Garantiza sus compromisos con sus proveedores comerciales

Naviera Armas ha asegurado garantizar todos sus compromisos con sus proveedores comerciales, así como la prestación de todos los servicios tanto en la Península Ibérica, en los archipiélagos y en el Estrecho de Gibraltar. 

El Confidencial afirma que la compañía también tiene que hacer frente a otra emisión por 300 millones, que expira en 2024, cuyo próximo pago de intereses está fijado en el 16 de noviembre.

Los bonos de la compañía se han desplomado entre un 7% y un 9% después del anuncio a los titulares, entre ellos Axa, Deutsche Bank y BlackRock. A día de hoy los bonos se venden por debajo de la mitad de su valor nominal, prueba de la delicada situación de impago. Por su parte, Banco Santander, CaixaBank, Bankia y Banco Sabadell están entre los acreedores bancarios.

Naviera Armas atraviesa una delicada situación financiera desde hace tiempo, que ha empeorado por el impacto del coronavirus en el transporte y el turismo. De hecho, esta compañía es el medio de transporte marítimo más utilizado en las Islas Canarias y Baleares, que han sufrido caídas de la actividad comercial y fuertes desplomes del turismo.

La naviera pidió una línea de financiación del Instituto de Crédito Oficial (ICO) de 55 millones de euros en el mes de mayo, con un resultado exitoso. En el mes de agosto consiguió otro préstamo por parte de los fondos oportunistas HPS y Apollo, de 75 millones de euros, a un tipo de interés de empresa de alto riesgo.

Sin embargo, según El Confidencial, estos 130 millones no son suficientes para hacer frente a sus deudas, que se dispararon en 2018 con la compra de Transmediterránea a Acciona por 260 millones.