Naturgy ha presentado este miércoles su nuevo Plan Estratégico para el periodo 2021-2025, marcado por una inversión total de 14.000 millones de euros en los próximos cinco años. Tras el retraso de esta presentación hasta en dos ocasiones, finalmente el consejo de administración ha aprobado por unanimidad la línea a seguir en el próximo lustro. El presidente de la compañía, Francisco Reynés, ha explicado este retraso con el fin último de alcanzar una mayor transparencia del negocio con todos sus stakeholders.

El plan pasa por una serie de pilares estratégicos centrados en el crecimiento, que se abordará de forma orgánica y por los compromisos asumidos por Gobiernos y empresas en participar de forma activa en la transición energética. Así, el plan está centrado en dos focos de inversión claves para el negocio de Naturgy: las energías renovables y las redes de distribución. En el primer caso, prevé continuar con “inversiones alrededor de geografías y marcos estables”

Otro de los objetivos del Plan 2021-2025 pasa por “hacer las cosas bien y seguir mejorando”, con la tecnología y la digitalización como partes clave. En la misma línea, se diseñan “objetivos ambiciosos que permitan ser cumplidos y definidos a lo largo del tiempo”. Naturgy también incluye en su plan el hecho de “reafirmar y consolidar una cultura empresarial, que sirva de combustible y motivación para todos los empleados”.

En total, de los 14.000 millones de euros que Naturgy invertirá en los próximos cinco años, 8.700 millones irán destinados al negocio de energías renovables, mientras que 4.100 millones irán al desarrollo de redes de distribución. “No solo invertir en lo que ya funciona, sino anticiparse”, explica Reynés en el caso de las renovables. En el caso del negocio de redes de distribución, el plan propone “adaptarlas al nuevo rol que tendrán que jugar en la transición energética”.

Avance en energías renovables, especialmente gas

En materia de sostenibilidad, los objetivos del Plan Estratégico de Naturgy terminan con una “reducción muy importante de emisiones”, con un 24% en 2025 frente al 16% actual. “Ya somos un actor relevante en el ámbito de las energías renovables” -asegura el presidente, basándose en los proyectos de generación hidroeléctrica, producción eólica- “pero pretendemos serlo mucho más”.

El objetivo de Naturgy es alcanzar una potencia operativa de 14 GW renovables en las zonas en las que opera, tanto en Europa, especialmente en España; como en Australia; Estados Unidos o Chile. “El objetivo no es solo que en 2025 hayamos puesto una parte importante de esta cartera, sino el refuerzo”.

En esta línea, prevé que el crecimiento del negocio de renovables sea superior al 20% anual, gracias a la incorporación de 8.700 millones de euros, hasta alcanzar el objetivo de casi un billón de euros a finales de 2025. “Somos muy conscientes de que el mercado es volátil y tenemos que garantizar estabilidad a una base de clientes alta” -ha justificado Reynés- “incorporar esta capacidad al tiempo que revalorizamos”.

Por otro lado, el presidente de la compañía ha puesto en relieve la oportunidad adicional que suponen los fondos europeos de recuperación, cuyo impacto no está incluido en las cifras del Plan Estratégico 2021-2025. Según el presidente, Naturgy podría aprovechar este impacto especialmente en el rol que jugarán los gases de origen renovables, en los que la compañía ya está trabajando.

De hecho, tiene en marcha programas con biogás o hidrógeno y prevé reforzar su apuesta por las redes de gas “para no ser solo un distribuidor de gas natural, sino también de los gases del futuro”. Así, prevé unas inversiones de más de 4.500 millones de euros, con crecimiento de un ritmo mínimo del 2% anual para este negocio.

Apuesta por la seguridad ante el crecimiento

“Queremos mejorar la competitividad pero somos realistas y somos reactivos”, valoraba el presidente en general, mencionando la “alta volatilidad del sector”. “Son unas cifras que apuestan por la seguridad ante el crecimiento”, ha explicado Reynés. Una seguridad “necesaria” por los cambios tecnológicos, con los que Naturgy pretende dotar a los clientes de “herramientas fáciles, que permitan ir adecuando nuestra oferta de productos a sus necesidades”.

Otro de los puntos clave del plan es el reparto de dividendos en los próximos cinco años, con el doble objetivo de “seguir retribuyendo a nuestros accionistas con una cantidad relevante”, así como de “potenciar el crecimiento económico”, con una dotación de aproximadamente 5.900 millones de euros.

Así, Naturgy realizará tres pagos de dividendo a sus accionistas, con 0,30 euros por acción; 0,40 euros y el complementario post Junta General de Accionistas, en los 0,50 euros a lo largo del año. “Tenemos un compromiso firme, robusto y adoptado delante de nuestra agencia de rating” -explica Reynés- “Queremos alcanzar el rating BBB como uno de los límites de la salud financiera de nuestro balance”.

“Este plan a cinco años difiere del plan que presentamos hace 3 años, el de 2018-2022”, asegura el responsable, mencionando “pilares muy importantes en cuando a la transformación de la compañía”, en aras de hacerla “más simple, más eficiente”. “El trabajo de todos los que trabajamos en Naturgy ha dado su fruto y hemos cumplido el plan hasta 2022 con todas las métricas que dependían de nosotros”, celebra.

Objetivos cumplidos del Plan 2018-2022 a pesar de las circunstancias

El presidente se felicita así por haber cumplido los objetivos, a pesar del “complicado escenario energético, marcado por una volatilidad extrema que no se había visto en los últimos cinco años; por el escenario económico, con el impacto de la pandemia y por la aceleración de la transición energética”. Ante esto, reclama: “En nuestra industria hay que moverse y hay que moverse rápido”. Además, el presidente de Naturgy celebra que se han aclarado algunas cuestiones regulatorias, “confusas hace tres años”.

“Hay que ganarnos la credibilidad en todo lo que depende de nosotros” -recalca- “tenemos que invertir para crecer, con un foco especial en el ámbito de renovables y distribución de redes energéticas”. Así, avanza que solo se harán “buenas inversiones en mercados donde las monedas y la estabilidad nos acompañen”. “Vamos a hacer adquisiciones solo en aquellas geografías donde sean rentables”, asegura Reynés para matizar después: “No podemos decir que no a las oportunidades del futuro”.

El papel central del Plan 2021-2025 es, sin duda la “apuesta por la estabilidad y por evitar la volatilidad, concentrarla en países con una moneda fuerte y regulación estable”. En esta misma línea, niega la salida a bolsa de cualquiera de sus divisiones: “No nos hemos planteado en ningún caso […] Vamos a seguir manteniendo el rol industrial y la toma de decisiones”.

“En 2025 tendremos una compañía mejor, más preparada para el mundo donde estamos y que permitirá seguir haciendo planes porque estaremos recogiendo los frutos de este programa inversor”, asegura Reynés. Asimismo, ha avanzado la recuperación de niveles de negocio prepandemia previstos para 2022 y no se han pronunciado sobre la OPA de IFM a Naturgy.

Reynés: "Es una empresa que tiene que transicionar" 

“Nuestro objetivo es una compañía que viva y perviva 187 años más” -celebra el presidente- “Es una empresa que tiene que transicionar y rquiere cierto tiempo para hacerlo. Es un compromiso de inversión, del management, de los accionistas y del consejo y de todos los empleados para que esto sea un punto de unión y motivación”.

El presidente se ha pronunciado también sobre los resultados económicos del primer semestre, presentados en la misma jornada, con una mejora del margen bruto del negocio y un beneficio de 484 millones de euros, un 44,9% más frente al mismo periodo del año anterior. “Vemos mejoras con respecto al año anterior si comparamos de forma ordinaria. Es la forma de hacerlo si tenemos en cuenta los impactos extraordinarios de este primer semestre”, explica el máximo responsable.

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En concreto, Reynés ha puesto en relieve “los costes de captura no recurrentes en esta primera parte del año”, así como la leve depreciación de las divisas latinoamericanas ya que “esa parte del globo está sufriendo aún los impactos de la pandemia ralentizados”.