Manuel García-Castellón, el juez de la Audiencia Nacional encargado del caso Tándem, ha archivado este jueves la investigación para Repsol y CaixaBank, así como para el actual presidente de Repsol, Antonio Brufau, y el ex presidente de CaixaBank, Isidro Fainé. De esta forma, levanta la imputación tanto de las compañías como de los directivos en el caso que investiga las presuntas relaciones del comisario jubilado José Manuel Villarejo con diversas empresas españolas. 

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En este caso, el magistrado investigaba el presunto espionaje de ambas compañías al ex presidente de Sacyr, Luis del Rivero. Ahora, el juez ha acordado el sobresimiento provisional en un auto al no constar su participación en la contratación de Cenyt, la sociedad con la que Villajero operaba sus negocios con las empresas.

García-Castellón considera que la documentación presentada por Repsol y CaixaBank revela que la contratación del ex comisario no recaía en el ámbito de control del presidente, en este caso de Brufau y Fainé, sino de sus directores de seguridad. El juez imputó en el caso a ambos directivos el pasado 15 de abril, una imputación que levanta ahora tras no encontrar indicios de su relación con el ex comisario. 

"Sin indicios que apunten a que los presidentes de las compañías interviniesen de manera directa en los hechos investigados, no es posible transferir a dichos presidentes una obligación de supervisión y vigilancia corporativa que está delegada en los órganos competentes para ello", asegura. 

Ausencia de diligencias adicionales

Según el auto, no resulta "posible mantener por más tiempo su imputación en la presente causa, a la vista de la ausencia de diligencias adicionales que practicar y de los daños reputacionales que se deben evitar".

Para las compañías, imputadas como personas jurídicas en el caso Tándem el pasado 8 de julio, el magistrado considera que tenían mecanismos de prevención implantados "adecuados, con independencia de la final ocurrencia de los hechos objeto de investigación".

Esta pieza corresponde al Proyecto Wine, por el que se habría encargado al ex comisario el espionaje a Del Rivero entre 2011 y 2012, presidente en ese momento de Sacyr, para evitar que se hiciera con el control de Repsol a través de una alianza con la petrolera mexicana Pemex. CaixaBank aparece en el caso ya que era uno de los mayores accionistas de Repsol durante esos años.

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"Así pues, las investigaciones practicadas hasta el momento permiten sospechar que existieron omisiones relevantes en la diligencia exigible a las dos entidades", argumenta el juez en defensa de los máximos directivos. "Ante esta situación, resulta necesario esclarecer hasta qué punto las medidas implantadas en los respectivos programas de cumplimiento podrían haber evitado la comisión de las infracciones investigadas".