El Consejo de Administración de CaixaBank ha tomado una serie de medidas dirigidas a reforzar, por un lado, la solvencia de la entidad y, por otro, el compromiso, la colaboración y el apoyo a clientes, a empleados y a la sociedad en su conjunto, tanto desde el punto de vista económico y financiero como social y humano, con el objetivo de revertir lo antes posible esta situación excepcional.

La expansión del COVID-19 y las medidas adoptadas por las autoridades para frenar su propagación tendrán un impacto en la economía global que se espera que sea corto en el tiempo, pero muy severo. En este entorno, desde Caixabank aseguran que su posición de solvencia y liquidez a cierre del ejercicio 2019, con una ratio de capital CET1 del 12,0% y una posición de activos líquidos superior a los 89.000 millones de euros, permiten afrontar con confianza el escenario económico negativo que previsiblemente se desarrollará durante el 2020.

Entre las medidas aprobadas por el Consejo de Administración está la reducción del dividendo en efectivo propuesto para el ejercicio 2019 a la mitad de lo previsto, 0,07 euros por acción desde los 0,15 euros por acción, que se pagará el próximo 15 de abril, lo que supone un pay-out del 24,6%, la única remuneración al accionista prevista con cargo al ejercicio 2019. Esta medida responde al objetivo de "acomodar la posición del banco al nuevo entorno", según la entidad.

En esta línea, Caixabank pone en relieve que una parte importante del dividendo contribuye a financiar la Obra Social "la Caixa", con prioridades que pasan por la investigación médica y el cuidado de de las personas mayores, dos ámbitos especialmente importantes en estos momentos. Además, se ha modificado la política de dividendos para el ejercicio 2020 consistente en la distribución de un dividendo en efectivo superior al 50% del beneficio neto reportado, pasando a la distribución de un dividendo en efectivo no superior al 30% del beneficio neto reportado.

Gortázar ha renunciado a su remuneración variable de 2020

Por otro lado, tras considerar nuevos aspectos regulatorios y supervisores, el Consejo ha acordado reducir al 11,5% el objetivo de la ratio de solvencia CET1 y dejar sin efecto el objetivo de una ratio CET1 del 12% más un margen adicional del 1% que estaba destinado a absorber los impactos de la implementación de los desarrollos de Basilea y otros impactos regulatorios, cuya implementación será retrasada en el tiempo.

Asimismo, el Consejo también ha manifestado su voluntad de distribuir en el futuro el exceso de capital por encima de la ratio de solvencia CET1 del 12% en forma de dividendo extraordinario y/o recompra de acciones. Esta distribución extraordinaria de capital estará condicionada al retorno de la situación macroeconómica en la que opera el banco a un entorno de normalidad y no se efectuará antes de 2021.

Caixabank ha informado de que su consejero delegado ha renunciado a su remuneración variable correspondiente al 2020, tanto en lo que corresponde al bonus anual como a la parte correspondiente al año 2020 del Plan de Incentivos Anuales a Largo Plazo. Por otro lado, el Consejo de Administración del banco ha acordado desconvocar la Junta General Ordinaria de Accionistas, prevista para los días 2 y 3 de abril. 

Medidas de apoyo para reactivar la economía

Desde que comenzó la crisis del coronavirus, CaixaBank ha activado un amplio paquete de medidas con el objetivo de atenuar los efectos económicos del coronavirus y apoyar las necesidades de empresas y particulares.

El presidente y el consejero delegado de CaixaBank, Jordi Gual y Gonzalo Gortázar, respectivamente, han transmitido un triple mensaje de agradecimiento, responsabilidad y confianza: “Nuestra misión es contribuir a que esta crisis sanitaria no se convierta en una crisis económica profunda. Con la incalculable colaboración de todos los empleados de la entidad, desde CaixaBank apoyamos y apoyaremos a nuestros clientes y a nuestra economía para que salga de este bache de la manera más rápida posible”.

“En CaixaBank adoptamos todas las medidas necesarias para seguir estando al lado de nuestros clientes, accionistas, empleados y de la sociedad en general, ante la pandemia del coronavirus. Como banca socialmente responsable, nuestro compromiso nos lleva a buscar las mejores soluciones posibles para poder reactivar juntos la economía”, han subrayado Jordi Gual y Gonzalo Gortázar.

Entre las principales medidas, CaixaBank ha puesto a disposición de las pymes y autónomos líneas de préstamos preconcedidos de hasta 25.000 millones de euros y ha suscrito las distintas Líneas ICO para apoyar a los autónomos, a las pymes y al resto de empresas afectadas por la coyuntura actual.

Además, los clientes pensionistas de CaixaBank han visto cómo se avanzaba al día 20 el día del abono de la pensión, así como un plan de atención de manera prioritaria a las personas mayores.

En relación a las viviendas de sus clientes, y además de adherirse a la moratoria hipotecaria planteada por el Gobierno, CaixaBank también condonará a partir de abril las rentas a los inquilinos de viviendas propiedad de su filial inmobiliaria BuildingCenter, si cumplen ciertas condiciones. Esta medida estará en vigor hasta el mes que se decrete la finalización del periodo de alarma.

CaixaBank mantiene abierta al público la red de oficinas para asegurar el servicio de banca minorista, con más de 16.000 empleados trabajando en remoto, la aplicación de un estricto protocolo de medidas de seguridad y el refuerzo de los servicios digitales y la operativa de los más de 9.000 cajeros de la entidad.