La empresa alemana Bosch ha anunciado el cierre de su planta de Castellet i la Gornal (Barcelona), así como los despidos para la mayor parte de la plantilla. Así lo ha comunicado la multinacional a su plantilla, de la que despedirá a casi 300 trabajadores.

Bosch ha anunciado la medida este lunes, con el inicio de las negociaciones para realizar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) vinculado al cierre de las instalaciones. Según los sindicatos, la multinacional no ha explicado las razones del cierre, justificando solo un escaso volumen de encargos.

Sin embargo, Carlos Teruel, presidente del comité de empresa, ha asegurado a El País que la intención de la compañía es mover la producción de la planta catalana a una planta serbia propiedad de Bosch. Actualmente la planta se encarga de fabricar motores para limpiaparabrisas de coches.

Este no es el primer movimiento que Bosch realiza de cara a su plantilla. En 2014 firmó un acuerdo con el comité de empresa que suponía una reducción de costes del 20% de la planta, de los que la mitad tenían consecuencias directas en las nóminas de la plantilla, a cambio de no despedir a más de 200 trabajadores.

El presidente del comité de empresa, de UGT, recalca que la contrapartida de la medida tomada en 2014 era que la compañía mantuviera la inversión en la planta, al menos hasta 2019. Esto se ha cumplido pero los sindicatos denuncian que en los últimos años no ha habido inversiones suficientes para garantizar el futuro de la planta.

De hecho, en los últimos meses la planta había prescindido paulatinamente del personal subcontratado para prestar servicios logísticos, una labor que pasó a ser responsabilidad de la plantilla interna. Esta plantilla solicita ahora que Bosch argumente los motivos del cierre de la planta de Barcelona.