Berkeley Energía es una de las grandes ganadoras del anuncio de adelanto de elecciones generales de Pedro Sánchez, al menos en su evolución bursátil en el Mercado Continuo. La energética, dueña del proyecto para instalar una mina de uranio en Retortillo (Salamanca) y con capital mayoritario australiano, ha disparado su cotización un 22% desde el anuncio del presidente del Gobierno para convocar elecciones generales el próximo 23 de julio. ¿A qué se debe el despegue de la acción?

La explicación está más que clara: el mercado anticipa un cambio de Gobierno el próximo 23 de julio o, al menos, deja abierta la puerta a esa posibilidad. Las elecciones municipales y autonómicas celebradas este domingo 28 de mayo han dejado al Partido Popular como claro ganador en toda España, tiñendo el mapa nacional de azul en casi su totalidad. Con estos resultados, y el anuncio de Sánchez apenas 12 horas después de conocerse la pérdida de plazas clave para el PSOE, los inversores descuentan, al menos por ahora, que la derecha ocupará la presidencia del Gobierno a partir del 23 de julio.

¿Esto implica que Berkeley, la dueña de la mina de uranio de Retortillo, es más afín al PP y la derecha? De alguna forma sí. Y es que el proyecto de la mina de uranio que la energética extranjera quiere construir en la pequeña localidad salmantina, con menos de 200 habitantes, está actualmente paralizado por el Gobierno central. En febrero, el Ministerio para la Transición Ecológico y el Reto Demográfico de Teresa Ribera desestimó el recurso administrativo interpuesto por Berkeley contra la primera desestimación del Gobierno para la autorización de la construcción de la mina de uranio, emitida en noviembre de 2021.

Informe desfavorable del Consejo de Seguridad Nuclear

Transición Ecológica denegó a Berkeley la autorización para construir su proyecto en Retortillo -orden que fue publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) a finales de noviembre de 2021-, después de que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), como voz autorizada, informara desfavorablemente sobre el proyecto de la energética, presentado al organismo en 2017. De acuerdo con la legislación vigente, el informe negativo de CSN es vinculante para la decisión del Gobierno central de no autorizar la construcción de una planta de fabricación de concentrado de uranio, popularmente conocida en la zona como la mina de uranio.

El Consejo de Seguridad Nuclear alerta en su informe desfavorable que la mina de uranio que Berkeley pretende instalar en la pequeña localidad salmantina responde a una “escasa fiabilidad” y a las “elevadas incertidumbres” de los análisis de seguridad en cuanto a radioactividad. El informe advierte de los problemas que tendría una instalación radioactiva como esta tanto para los aspectos geotécnicos como hidrológicos, este último especialmente importante por la contaminación de las aguas de la zona.

Advertencias de un organismo experto, e independiente del Gobierno por su propia naturaleza, que se suman a las críticas de una parte de los vecinos de la zona. Y es que, como en todos los conflictos de este tipo, hay una parte a favor de la construcción de la mina -haciendo referencia a la creación de empleo en la zona-, mientras que otra está claramente en contra por los riesgos para la salud y para los activos medioambientales de la zona.

Berkeley vs. Teresa Ribera y Transición Ecológica

Tras el segundo no de Ribera a Berkeley en febrero de este año, la energética ha abierto la puerta a presentar un arbitraje contra el Gobierno central considerando que su proyecto de la mina de uranio está en una situación de bloqueo. Berkeley considera que el Ministerio para la Transición de Ribera ha infringido las normas sobre los procedimientos administrativos en España e incluso defienden que este bloqueo sería ilegal.

Ante esto, la empresa ha presentado una notificación por escrito de una disputa de inversión dirigida al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, así como al departamento de Ribera en noviembre de 2022. Pero no ha sido la única actuación de Berkeley en la lucha contra el Gobierno para conseguir el ok a su proyecto de uranio en Retortillo. En abril, la energética ha confirmado su decisión de llevar esta guerra con el Gobierno a los tribunales, a través de la presentación de un recurso contencioso-administrativo ante la Audiencia Nacional.

En medio de esta lucha mano a mano con Ribera, y con la polémica de la mina de uranio en Retortillo desde hace ya más de una década, Berkeley se ha disparado más de un 22% desde las 11:15 horas del lunes, justo en el momento en el que Sánchez hacía el anuncio electoral desde La Moncloa. No obstante, el fuerte despegue de la acción en el Mercado Continuo no fue hasta las 11:55 horas, cuando los inversores parecían anticipar un cambio de elecciones. Un posible cambio de Gobierno que podría tener consecuencias positivas para Berkeley y es que, con la salida del Gobierno de coalición y de Teresa Ribera como ministra de Transición, la lucha entre la energética y la parte institucional terminaría de raíz.

Las acciones de Berkeley alcanzaron un precio de 0,30 euros por acción este lunes en el Mercado Continuo nacional, en máximos de abril de 2022, en los momentos previos al estallido de la batalla entre la empresa y el Gobierno por la mina de uranio de Retortillo. En el arranque de este martes, la cotización de Berkeley Energía se relaja y se mantiene prácticamente plana, a la espera de lo que pueda ocurrir el próximo 23 de julio. Habrá que esperar a conocer el ganador, y el gobierno resultante, de los próximos comicios generales y si la decisión final de los españoles marca el futuro de Retortillo y sus vecinos.