Banco Santander ha comenzado este martes las negociaciones con los sindicatos sobre el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) entre sus trabajadores. La entidad ha informado a los representantes sindicales de la necesidad de afrontar una reestructuración interna por causas económicas, productivas y organizativas no solo a nivel nacional, sino también en países como Portugal, Polonia y Reino Unido.
Según Comisiones Obreras, la entidad no avanzó cifras ni medidas concretas y ha anunciado que lo hará en las futuras convocatorias, aunque se prevé que afecte a alrededor de 3.000 trabajadores. Por el momento, este viernes 6 de noviembre se celebrará la siguiente reunión.
Tal y como avanzó el consejero delegado de la entidad, José Antonio Álvarez, en la presentación de resultados, el banco va a poner en marcha un plan de transformación y eficiencia para ajustar el negocio a la nueva realidad tras la crisis del coronavirus. En concreto, el ERE afectará a la red comercial, los servicios centrales y el centro corporativo, según ha informado la compañía a su propia plantilla.
CCOO planteó en la reunión que las medidas adoptadas no recaigan sobre la plantilla y pidió que el proceso de ajuste se realice a través de medidas no traumáticas. Para ello, menciona medidas concretas como el recurso a la flexibilidad interna o las prejubilaciones.
Banco Santander ha sido la primera entidad, justo con Banco Sabadell, en anunciar reestructuraciones de su negocio tras el impacto de la pandemia. La entidad justifica la medida por causas económicas derivadas de la crisis del coronavirus y la digitalización del sector.
