El consorcio vasco liderado por Sidenor cerró el viernes finalmente el acuerdo con Trilantic para mantener y proteger el presente y futuro de Talgo y su "españolidad". A primera hora de la tarde del viernes -con muchos ya de fin de semana- aparecían las primeras informaciones que deslizaban que el día D para Talgo había terminado bien. Un visto bueno por parte del fondo británico Trilantic, clave en el capital de Talgo, a la oferta sobre la mesa para deshacerse de su 29,77% de Talgo en una operación que había presentado Sidenor y el consorcio vasco apenas una semana antes y que se cerró cumpliendo los plazos marcados para ello.

Ya alrededor de las 18:30 horas del viernes, con los mercados bursátiles ya cerrados, la sociedad Pegaso, que engloba al fondo Trilantic y otros accionistas clave en el capital de la compañía, comunicaba a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el éxito de la operación sobre ese casi tercio de Talgo. Una comunicación oficial lanzada a los mercados firmada por Pegaso y por los representantes de las sociedades que conforman el consorcio vasco liderado por Sidenor. Todas las partes confirmaban así el acuerdo alcanzado el pasado viernes en una intensa jornada de negociaciones. "La operación permite mantener en manos locales la propiedad de una compañía estratégica, que dispone de una tecnología puntera en el sector ferroviario y que tiene un gran futuro por delante", defendía Sidenor en un día clave para la compañía. 

El consorcio vasco mejora la oferta hasta los 5 euros

En detalle, las partes interesadas han alcanzado un "acuerdo comercial" para el traspaso del 29,7% del capital social de Talgo con unas condiciones económicas mejoradas, ante las ya conocidas, por Sidenor. Trilantic, englobado en Pegaso, ha aceptado las condiciones de la oferta de Sidenor de fijar un precio por acción de Talgo en los finalmente 5 euros. Con el precio mejorado sobre ese tercio de Talgo, la contraprestación total asciende ya a los 185 millones de euros. Y es que uno de los problemas en la negociación parecía ser el precio ofrecido por el consorcio vasco para comprar los títulos de Talgo en manos de Trilantic. 

Sin embargo, la oferta tiene un matiz: el precio fijo base por acción de Talgo se ha marcado en los 4,15 euros y el variable se ha ampliado hasta los 0,85 euros por acción. Esto supone una mejora de la oferta por acción presentada por Sidenor a Trilantic, previamente en los 4,80 euros, acercándose así al precio propuesto por los otros socios extranjeros interesados en entrar en Talgo. En concreto, la parte variable de la oferta ha mejorado en 0,20 céntimos por acción de Talgo frente a la presentada sobre la mesa de negociación la semana anterior y se mantiene todavía sujeta a la consecución de determinados parámetros futuros que, por el momento, todavía "se están definiendo", tal y como han asegurado las partes en el comunicado remitido a la CNMV en la tarde del viernes.

El acuerdo por el futuro de Talgo está todavía pendiente de su aprobación por los órganos de gobierno de ambas partes, así como de completarse con toda la documentación necesaria. Tanto Sidenor y el consorcio vasco, por un lado, como el fondo Trilantic, por otro, prevén cerrar la transacción finalmente "en los próximos días", como comunicaron el viernes por la tarde a la CNMV. No obstante, el lehendakari vasco Imanol Pradales, también personaje clave en el culebrón de Talgo, ha avanzado que la operación se cerrará "en tres semanas", es decir ya en marzo, para diseñar después en el consejo de la empresa un "gran plan industrial" para el futuro de Talgo.

Cambios en el consejo de administración de Talgo

El lehandakari ha avanzado también que Talgo contará con un nuevo consejo de administración, una decisión obvia tras la dimisión de hasta cuatro consejeros en la última semana, entre ellos el propio vicepresidente y parte de la familia fundadora de Talgo. El Gobierno vasco, y concretamente la Diputación de Álava, han celebrado el acuerdo alcanzado por el consorcio vasco y Trilantic precisamente por la "colaboración interinstitucional". Y es que el consorcio vasco se compone de Sidenor y de las fundaciones financieras vascas pero también de la participación del fondo público autónomico como parte del apoyo económico a la oferta por ese tercio de Talgo, que permitirá a la compañía mantener una de sus dos grandes sedes de producción en Álava

"Es una apuesta decidida de ambos gobiernos (nacional y autonómico) porque la empresa siga estando en España, en este caso para nosotros en Euskadi" -celebraban desde el Ejecutivo autonómico tras conocerse el acuerdo sobre la colaboración de ambos gobiernos- "El Gobierno de España tenía claro con el escudo de antiopas que no iba a dejar pasar la oportunidad y que esa empresa se la llevara una empresa extranjera. Por tanto, esa colaboración de buscar un industrial vasco que quisiera y apostar por esa empresa vasca, creo que es el mejor ejemplo del camino que tenemos que seguir".

El comunicado a la CNMV está firmado por todos los participantes de la mesa de negociación que se ha mantenido, oficialmente, en los últimos diez días. Sin embargo, el culebrón de Talgo lleva protagonizando rumores, informaciones y negociaciones desde hace más de año y medio. En todo este tiempo han pasado también ofertas de inversores extranjeros interesados en entrar en el capital de Talgo. Es el caso de la empresa húngara Magyar Vagon, que quiso lanzar una opa sobre Talgo en verano y que finalmente el Gobierno vetó "por motivos de seguridad nacional" pero no ha sido la única. 

¿Otras ofertas sobre Talgo?

Sobre la mesa se ha deslizado también en los últimos días la posibilidad de que el fondo estatal polaco PFR, propietario de la también fabricante de material ferroviario Pesa, lanzara una opa sobre el 100% de la compañía. Una intención que el propio fondo comunicó a la CNMV pero que, al menos hasta el momento, no se ha presentado oficialmente. Sin embargo, es algo que no se descartaría a futuro en el capital de Talgo. 

Por un lado, Sidenor y el propio consorcio vasco se han abierto a aceptar colaboraciones con otras empresas en el capital de Talgo. Ha sido precisamente un miembro del Gobierno vasco el que ha dejado la puerta abierta a esta posibilidad, antes de que se cerrara el acuerdo, siempre que se aceptara la oferta presentada a Trilantic. Algo que, tras las negociaciones del viernes, ya está cerrado. También el Gobierno se reconoció, de repente, abierto a la entrada de inversores extranjeros en el capital de Talgo con su correspondiente matiz: que fueran participaciones "minoritarias" que no comprometieran la "españolidad" de la compañía.

De hecho, con las negociaciones entre Sidenor y Trilantic in extremis y el anuncio de la intención del fondo estatal polaco de lanzar una opa sobre el total de la compañía, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, viajó a Polonia para participar en un encuentro empresarial de colaboración entre ambos países. Allí reconoció el interés extranjero por Talgo, especialmente de empresas de Europa del Este. 

¿Qué dice PFR? El fondo estatal polaco también se ha comprometido a mantener la "españolidad" de Talgo en caso de que finalmente lance esa opa por el 100% de la compañía. El fondo se ha presentado, ante la propia CNMV, como un inversor "estable" a largo plazo y como una solución industrial para la compañía. Con estas intenciones sobre la mesa y la puerta abierta a la colaboración con otras empresas en Talgo por parte de Sidenor queda preguntarse: ¿Sería posible la unión futura de ambos socios interesados en el capital de Talgo? ¿Presentará todavía PFR la opa sobre el 100% del fabricante de trenes? ¿Harán lo propio los otros inversores extranjeros interesados en Talgo como la india Jupiter Wagons? Habrá que ver si el culebrón de Talgo ha terminado por fin o si todavía quedan capítulos con nuevos protagonistas.