El Banco Santander se las prometía muy felices con la aceptación de su bono fidelización, con el que compensaban a los inversores del Banco Popular que habían perdido su dinero. De momento, la mitad de los 11.000 afectados había aceptado este 'regalo' a cambio de comprometerse a no presentar acciones legales contra la entidad de Ana Patricia Botín. Pero el Opus Dei, grupo con un gran peso en el Popular, se ha negado a aceptar el trato. 

Fuentes internas han confirmado a El Confidencial que hermandades católicas como la Congregación de la Pasión y la del Corazón de María, así como la Universidad de Navarra, todas ellas relacionadas con el Opus Dei, han rechazado el trato. Se trata de aceptar un bono con vencimiento perpetuo al 1% en compensación por la pérdida de la inversión que tenían en acciones o valores de renta fija de la entidad intervenida por el Banco Central Europeo. 

Los conocidos como Los Pasionistas tenían hasta 550.000 euros invertidos en el Popular y los miembros del Corazón de María habían puesto más de un millón en bonos de la entidad. Y la Universidad de Navarra había llegado a comprar títulos por valor de 558.000 euros. 

Ninguna de las entidades ha aceptado al contraprestación. La razón es que solo cubre el 100% de lo invertido hasta los 100.000 euros. De ahí a 500.000 euros solo se devuelve el 75% y hasta el millón, solo cubre el 50%. A partir de esa cifra, la devolución es del 0%.  

Esto ha llevado a las congregaciones del Opus Dei a optar por pelear por su dinero en los tribunales en lugar de aceptar que les den el 50% de lo perdido. Además, si aceptasen el bono al 1% y lo vendiesen en el acto, el valor nominal apenas llegaría al 65%, consiguiendo una minusválida aún mayor. 

Hasta el 7 de diciembre todavía están a tiempo de aceptar la oferta. Una labor de convicción que correrá a cargo de Eduardo Pomares, ex directivo del Popular que fue fichado por el Santander dos meses antes de la quiebra y que en la entidad intervenida se encargaba de velar por las inversiones de los religiosos. 

Sin embargo, algunas fuentes señalan que las congregaciones están molestas con Pomares, al que culpan de la pérdida de su dinero. Especialmente la Universidad de Navarra, donde no cogen sus llamadas.