Estados Unidos y Japón
Primero Obama logró superar el "abismo" fiscal al llegar a un acuerdo in extremis con los republicanos que permite a la administración federal endeudarse más, además la Reserva Federal norteamericana no para de sacar miles de millones de dólares al mercado y lo seguirá haciendo hasta que el paro en ese país quede por debajo del 6%. A esto se ha sumado que el nuevo gobierno conservador japonés ha dictaminado que la austeridad como receta para salir de la crisis no vale, porque ese país lleva paralizado 20 años con ese sistema, con lo que el Banco de Japón también se ha puesto a inundar el mercado de yenes.
Europa y la posible bajada de tipos
El presidente de la Comisión Europea, Durao Barroso, sentenció esta semana que ha quedado demostrado que las políticas de austeridad por sí mismas no sirven. Primer aviso a inversores. Ayer Ángela Merkel afirmó que Europa solo sabe avanzar cuando está "al borde del abismo", que los países europeos deben prepararse para ceder soberanía y que ella "está dispuesta". Lo que han leído los inversores es que, una vez que pasen las elecciones alemanas el próximo otoño, Merkel apostará decididamente por la unión bancaria, que es lo que le falta al euro para funcionar con el dólar y al BCE (Banco Central Europeo) para funcionar como Reserva Federal. A todo esto se han sumado dos rumores: que la Comisión dará dos años más de plazo a España para llegar al objetivo de déficit del 3%, y que el Banco Central Europeo bajará los tipos de interés, colocándolos en un nivel históricamente bajo.
Mensaje a los fondos de inversión: atacar a países europeos ya no será tan rentable
Primero los mercados especularon atacando al euro pensando que desaparecería o rompería. El Banco Central Europeo acabó con ese rumor pero no acabaron los ataques a la deuda soberana de determinados países. Sin embargo la sensación de que Europa empieza a mirar a Japón y a Estados Unidos y aflojará las políticas de austeridad, hace que especular con deuda soberana de determinados países ya no sea tan atractivo. Ahora bien, no olvidemos que España tiene un déficit de un 10,6% y más de seis millones de parados. Y eso va a costar mucho levantarlo.