El Gobierno está en pleno proceso de negociación con las patronales bancarias -la Asociación Española de Banca (AEB) y la patronal de Cajas de Ahorros (CECA)- para poner en marcha medidas que ayuden a frenar el encarecimiento del coste de la vida, unas conversaciones que realmente se mantiene de forma continuada. Con un doble objetivo, frenar el impacto de la guerra de Ucrania en el encarecimiento de la energía y la cesta de la compra y, por otro lado, de las subidas de los tipos de interés desde los bancos centrales, las partes mantienen conversaciones para diseñar alternativas de apoyo lo más pronto posible. Por su parte, CaixaBank se ha adelantado al resto de entidades con una propuesta que pasa por congelar las cuotas hipotecarias durante un año, es decir, no aplicar las subidas del euríbor al pago de la hipoteca. 

Las entidades bancarias se han puesto en marcha, con CaixaBank a la cabeza, para estudiar las diferentes alternativas que podrían frenar el impacto de la subida de los tipos, y también el encarecimiento de los precios por la invasión rusa de Ucrania. El Gobierno y la banca están en medio de un proceso de negociación conjunta con el objetivo último de frenar estos impactos en sus clientes, especialmente aquellos más vulnerables o que podrían tener dificultades para hacer frente a una posible subida de costes en el futuro. La subida de tipos de interés de los bancos centrales -en el caso español afecta la del Banco Central Europeo (BCE) de 75 puntos hasta el 1,25%- se traslada a la práctica con cambios en el pago de intereses de los diferentes productos bancarios. Y aquí el rey es el euríbor, el principal índice de las hipotecas españolas y europeas.

La propuesta inicial para congelar las cuotas hipotecarias durante un año es de CaixaBank pero podría extenderse por el resto de oficinas bancarias para ayudar a todos los clientes del sector, tal y como se deduce de la negociación conjunta a través de las patronales bancarias. Pero, ¿en qué se traduce exactamente la congelación de las cuotas hipotecarias? Congelar las cuotas hipotecarias durante doce meses se materializa en la práctica en la no aplicación de las subidas derivadas del alza del euríbor. El índice hipotecario ha cerrado septiembre en el 2,233%, en máximos desde enero de 2009, cerca de los niveles de la crisis financiera que estalló en 2008, tal y como revela el gráfico. 

El resto de bancos acepta la propuesta de CaixaBank

Las principales entidades bancarias españolas están estudiando ya la congelación de las cuotas hipotecarias durante un año de CaixaBank, medida que se tomaría al margen de los Códigos de Buenas Prácticas de los bancos y que se erige como una alternativa de protección similar a las moratorias covid. No obstante, todo apunta a que las medidas irían destinadas al futuro, es decir, de cara a una mayor dificultad de los consumidores que, por el encarecimiento de la factura energética y la cesta de la compra, podrían verse en problemas a la hora de pagar la hipoteca todos los meses. En otras palabras, la medida no entraría en la práctica mañana mismo para frenar la subida de tipos del BCE, sino que está diseñada a futuro como medida preventiva.

Fuentes de la negociación aseguran que el resto del sector ve con buenos ojos la propuesta de CaixaBank en medio de las conversaciones con la parte institucional. Siempre con un doble objetivo: frenar la subida de los tipos de interés y el impacto de la guerra de Ucrania en el mayor coste de la vida. Por el momento no existe una decisión final sobre la misma pero tiene todas las papeletas para ser la propuesta trasladada al Gobierno, como aseguran fuentes de la negociación a ElPlural.com, que reconocen que también hay otras alternativas sobre la mesa.

Fuentes de Banco Santander reconocen a este medio que las conversaciones entre la patronal y el Gobierno están en marcha y que la propuesta de CaixaBank para congelar las cuotas hipotecarias durante un año “es una de otras tantas que se están negociando a nivel sectorial”, con el foco puesto en los clientes más vulnerables. “El problema existe pero está muy localizado”, tranquilizan fuentes de la entidad sobre el pago de hipotecas. 

Últimos detalles: ¿quién es un cliente vulnerable? 

Tanto las patronales encargadas de la negociación, AEB y CECA, como las diferentes entidades bancarias guardan silencio ante las posibles medidas y defienden estar en medio de un proceso de conversaciones. Lo que sí confirman desde la patronal de las cajas de ahorros a este medio es que las medidas para frenar el impacto de las subidas de los tipos de interés en los clientes se pretenden aprobar "cuanto antes", incluso en las próximas semanas. Fuentes de la CECA revelan en conversación telefónica que, a día de hoy, las negociaciones están centradas en definir el colectivo de clientes vulnerables, una de las preocupaciones que surgen también en el seno de los grandes bancos. 

La congelación de las cuotas hipotecarias durante un año es una de las medidas que el sector ha presentado al Ministerio de Asuntos Económicos en la negociación. De hecho, ha sido el departamento de Nadia Calviño quien ha convocado a las diferentes entidades españolas a encontrar fórmulas de apoyo, especialmente destinadas a los deudores que puedan presentar dificultades futuras a la hora de formalizar el pago de su hipoteca. Fuentes financieras aseguran que el objetivo final de las medidas es ayudar a los clientes, especialmente a aquellos más vulnerables, para ofrecer tranquilidad y transparencia. 

CaixaBank no concreta detalles sobre la medida y todavía no se conoce cuándo se aplicaría la congelación o a qué interés. En esta línea, tampoco se conoce aún si se revertiría parte o toda la subida de cuotas tras el alza del euríbor, para qué deudor o a partir de qué situaciones podría solicitarse. Es decir, qué requisitos debe cumplir el cliente para ser considerado vulnerable o en situación de dificultad a la hora de pagar la hipoteca. Unos detalles que estarían ultimando en el seno de la negociación.

Calviño celebra la congelación de las subidas de las hipotecas

Por el momento, la vicepresidenta de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, ha confirmado la “buena disposición” de la banca para encontrar una solución que ayude a las personas con dificultades a hacer frente al pago de su hipoteca. La responsable económica del Gobierno ha asegurado que existe una vía de diálogo abierta con el sector en aras de encontrar la fórmula “más eficaz” para evitar futuras situaciones de riesgo derivadas del encarecimiento del coste de la vida. 

De hecho, ha confirmado que el Ejecutivo analizará la medida “con gran interés”, a la que da la “bienvenida”, y espera anunciar “cuanto antes” el refuerzo del código de conducta de la banca. "Damos la bienvenida a todas aquellas propuestas e iniciativas del sector financiero que nos permitan en este momento aliviar las rentas de las cuentas de las familias" -ha destacado la vicepresidenta esta semana- "Está claro que el alza del euríbor tiene un impacto directo sobre las rentas disponibles de las familias y por eso creo que es muy importante que cuanto antes reforcemos esa red de seguridad".

La ratio de morosidad bancaria, en mínimos de 2008

No obstante, la vicepresidenta económica ha lanzado un mensaje de tranquilidad asegurando que la morosidad actual del mercado hipotecario es por el momento “muy baja”. Unas cifras con las que coinciden las principales entidades bancarias, entre el 3% y el 4% según las cifras oficiales del Banco de España, muy lejos de los niveles de la crisis económica de 2008. De hecho, el organismo nacional cifra la morosidad de la banca en el 3,85% en julio, las últimas cifras disponibles, tres centésimas por debajo del mes de junio. El descenso de la morosidad respecto al dato de un año antes es de 54 puntos básicos. 

Las cifras coinciden con las tasas de morosidad publicadas en los últimos resultados de las grandes entidades financieras, relativos a la primera mitad del año. Es el caso de Banco Santander, que cerró el segundo trimestre con una tasa de morosidad del 3,83%, un dato “históricamente bajo” para la entidad presidida por Ana Botín. Por otro lado, BBVA contaba con una tasa de morosidad del 4% al cierre del segundo trimestre del año. Y es que el sector bancario ha experimentado una reducción de la morosidad en los últimos años hasta quedar muy lejos de las cifras de casi el 10% en la crisis económica de 2008.

Estas cifras justifican el plan de CaixaBank (y previsiblemente del resto de entidades) a futuro, como una forma de prevenir problemas en el pago de las hipotecas ante el encarecimiento del coste de la vida. La entidad de José Ignacio Goirigolzarri ha cerrado la primera mitad del año con una tasa de morosidad del 3,2%, por debajo incluso del resto de entidades. Además de la congelación de las cuotas hipotecarias durante un año, Gobierno y patronales estarían negociando otras medidas similares, destinadas inicialmente a los clientes más afectados por la crisis energética y el encarecimiento del coste de la vida tras la guerra de Ucrania.