El consumo de marcas de distribución, popularmente llamadas "marca blanca", ha aumentado con la crisis inflacionista de  los últimos años. Tanto es así que ya representa el 58,5% de los alimentos que compran los españoles, sin incluir aquellos que son frescos. Así lo indican los datos acumulados desde agosto de 2023 hasta julio de este año, que han sido analizados por la consultora Circana. Aún así, el consumo en general de estas marcas y de las de fabricantes está bastante equiparado, de forma que el 49,9% del total del gasto de consumo va a parar a la "marca blanca". 

En concreto, si se desglosan los datos por productos en la alimentación, los frutos secos bajo seña del súper son aquellos más consumidos, con hasta el 83,4% de consumo. A este le siguen los quesos rallados, con el 82,1% y las hortalizas y verduras congeladas, con el 81,3%. 

Según la información proporcionada, en los supermercados son las secciones de droguería y limpieza donde las marcas de las propias cadenas de distribución tienen una mayor cuota de mercado. En este caso, se acercan al 63% del conjunto. Con cifras mucho más pequeñas se ubican las bebidas, de las cuales solo el 32,7% de las compras corresponden con las marcas de los propios supermercados. 

El impulso de estas marcas  ha estado en el foco del debate público, como consecuencia de la evolución de la cesta de la compra. Esta ha registrado aumentos en los precios significativos y, en consecuencia, ha propiciado cambios en los hábitos de consumo de la ciudadanía. Así, la asociación de marcas líderes de gran consumo Promarca ha advertido en reiteradas ocasiones sobre las consecuencias de reducir la variedad en los supermercados, así como de otras derivadas de dicha evolución. Por ejemplo, la dificultad de incorporar novedades en la dieta de los consumidores.

Así, en el cuarto mes del año, Promarca aseguró que entre 2018 y 2023 desaparecieron seis de las principales firmas de estos establecimientos 3.666 productos de fabricantes de sus estanterías. En cambio, los artículos de "marca blanca" de higiene o alimentación se incrementaron en 1.818 productos. 

La cesta de la compra es un 22% más cara que en 2021

Tal y como muestran las cifras de Circana, la cesta de la compra se ha encarecido un 22% desde el año 2021. En consecuencia, consideran que los consumidores siguen reaccionando, de forma que el crecimiento de las señas de los supermercados están ralentizando su crecimiento. Esto es "lógico", después de "meses de altos  crecimientos y al haber alcanzado una cuota tan alta". Las expectativas es que la posición en el mercado de estas marcas "no se va a revertir". "Son muchos los consumidores que declaran que seguirán comprando marca de distribuidor porque, tras probarla, están muy satisfechos con su relación calidad-precio", indican los estudios de la consultora.

Sobre todo, porque ante precios volátiles, es difícil hacer previsiones, que dependen de la situación económica y del mercado. Fuentes de dicha empresa han indicado: "Aunque la economía española da signos de recuperación y la inflación y los precios de los alimentos empiezan a avanzar positivamente, esto no significa que los precios bajen y sean baratos".

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