El Gobierno va a cambiar la estructura de gobernanza y de capital de la Sareb -popularmente conocido como el banco malo en el Consejo de Ministros de este martes. Así lo ha confirmado la vicepresidenta primera y máxima responsable económica del Ejecutivo, Nadia Calviño, este lunes.

"La previsión es que mañana en el Consejo de Ministros lo que hagamos sea adaptar formalmente la estructura de gobernanza y la estructura de capital y el funcionamiento de la Sareb a lo que ya es una realidad económica", avanzaba hace menos de 24 horas la ministra. Calviño ha explicado que el Gobierno tuvo que integrar el cambio el año pasado “debido a un cambio en la consideración estadística por parte de Eurostat”.

Esta modificación afectó de manera especial a la “deuda pendiente de amortización por parte de la Sareb”, tal y como explica la ministra de Asuntos Económicos. Calviño ha matizado que "se trata únicamente de adaptar el régimen jurídico y la gobernanza a la realidad económica ya vigente. Es un tema que arrastramos y que responde a las decisiones que adoptó el Gobierno anterior en relación a la crisis financiera".

De hecho, la Sareb nació en 2012 -con el Gobierno de Mariano Rajoy (PP)- con el objetivo de recapitalizar los bancos más afectados por la crisis financiera de 2008. En ese momento, se emitieron 50.781 millones de euros de deuda, avalada por el Tesoro, como medio pago para adquirir los activos de las nueve entidades que ya habían recibido ayudas públicas. Esta deuda se va amortizando de forma paulatina, según se generan ingresos con la venta y gestión de estos activos.

Pendiente de devolver: 34.918 millones de euros

En cifras, la Sareb ha cerrado 2020 con un patrimonio neto negativo de 10.528 millones de euros y con el 31,2% de la deuda emitida en su constitución cancelada. Es decir, le queda devolver un total de 34.918 millones de euros. Este importe ha pasado a computar como deuda pública después de que la Eurostat estableciera que la Sareb debía reclasificarse dentro del perímetro de cuentas del sector público.

El conocido como banco malo está controlado por el Gobierno, a través del 45,9% del FROB, mientras que el resto está en manos de las grandes entidades financieras nacionales. Es el caso de Banco Santander, con un 22,23%; CaixaBank (12,24%), Banco Sabadell (6,61%) o Kutxabank (2,53%). En menor medida, también tienen pequeñas participaciones Ibercaja (1,43%), Bankinter (1,37%), Unicaja Banco (1,27%), Cajamar (1,21%) o Mapfre (1,11%). Solo BBVA decidió quedar fuera de la participación en el banco.

Los cambios que se aprobarán este martes en Consejo de Ministros supondrán que el Gobierno pueda contar con más del 50% de la Sareb, a través de un Real Decreto, aunque la solución definitiva para la compra de todo el capital no terminaría hasta el próximo mes de marzo.