La accidentalidad laboral es una lacra que se cobra anualmente cientos de vidas. Tan solo en 2023, el número de personas fallecidas durante su jornada o en los trayectos de ida y vuelta al centro de trabajo ascendió hasta las 721 (581 en jornada y 140 in itinere). Dos trabajadores pierden diariamente su vida por el mero desempeño de sus funciones y, según el informe presentado este miércoles por Comisiones Obreras (CCOOO), el 33% de las muertes tiene lugar en empresas donde no existe evaluación de riesgos laborales.

Uno de cada tres fallecidos, 216 de los 721, se desempeñaban en una de estas empresas señaladas, lo que para el sindicato indica una "falta de evaluación de riesgos en la empresa". Además, el porcentaje de empresas sin esta evaluación se eleva al 36% atendiendo a los accidentes laborales que propiciaron una baja, 624.911 tan solo en un año. Atendiendo a todos los accidentes de trabajo que se han producido en 2023 la cifra asciende hasta 1.194.907, evidenciando el problema de salud laboral presente en España.

"Consideramos que una de las causas fundamentales de esta situación es que el 72,8% de las empresas encuestadas por la Encuesta Nacional de Gestión de la Seguridad y Salud Laboral del Instituto Nacional de Seguridad y de Salud Laboral dice que las empresas tienen externalizados los servicios de prevención de riesgos laborales", ha valorado el secretario confederal de Salud Laboral y sostenibilidad Medioambiental de CCOO, Mariano Sanz. Durante la presentación del estudio de 'Accidentes de trabajo y enfermedades profesionales de 2023', el sindicalista ha recordado la obligatoriedad de la evaluación de riesgos en las empresas.

Este mandato está recogido en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales de 1995, pero la permisividad de cara a la externalización es una de las causas que deteriora la naturaleza de esta obligación. Para abordar este y otros puntos, desde CCOO demandan que se produzca una nueva reunión de la mesa de diálogo sobre prevención de riesgos laborales. "Tenemos la esperanza de que, al final, cerremos la posibilidad de desarrollar una mesa de diálogo social con contenidos", ha afirmado Sanz.

Además, el representante del sindicato ha asegurado que el pasado encuentro se cerró con un intercambio de papeles "insuficientes". "Llevamos siete años esperando que se abra una mesa para poder abordar estos temas. La esperanza nosotros no la vamos a perder. Esperemos que haya el margen de maniobra suficiente como para aprobar normativas que en algunos casos van a requerir de mayorías parlamentarias", ha zanjado.

Industria y Construcción, los sectores más golpeados

No existe ninguna actividad económica en la que los trabajadores se libren de sufrir accidentes laborales; sin embargo, existen sectores concretos donde las cifras se disparan. La Industria manufacturera es el que más accidentes con baja registró en 2023 (95.273), seguida de la Construcción (83.966) y el Comercio y reparación de vehículos (70.726). Las tres actividades registran más accidentes que en 2022 y es la Construcción la que sufre más la mortalidad, con 131 trabajadores muertos, seguida del Transporte y Almacenamiento (112) y la Agricultura, ganadería, silvicultura y pesca (72).

La mortalidad se reduce en casi todas las áreas económicas, a excepción de las Actividades sanitarias y de servicios sociales, las Industrias extractivas, el Suministro de Agua y saneamiento, las Empleadas del hogar, el Transporte y Almacenamiento y Otros Servicios. No obstante, atendiendo al groso de accidentes con baja, tan solo cuatro de las 21 actividades reducen sus valores: Actividades Sanitarias, inmobiliarias, y Administrativas y la Industria extractiva. Los sectores que menos accidentes presentaron fueron las Actividades de organización extraterritoriales (18) y el Suministro de energía eléctrica (376) que, además, son las únicas junto a las Inmobiliarias que no presentan muertes.

La temporalidad mata

El sindicato también ha puesto el foco en las condiciones de trabajo que afectan a los trabajadores, advirtiendo de que aquellos sujetos a una mayor temporalidad corren también mayor riesgo. En ese sentido, han puesto el foco en el repunte de siniestralidad en el caso de los trabajadores con contratos fijos discontinuos, una modalidad que ha pasado a ser la que registra una incidencia más alta, con un repunte del 34% en el último año.

En la misma línea, los contratos temporales en su conjunto siguen teniendo una incidencia superior a los indefinidos, aunque en 2023 la diferencia es sólo del 20%, frente al 73% que mostraban en 2021. En otros ámbitos clave en las condiciones laborales, los accidentes también aumentan entre los colectivos asociados a menores ingresos y cualificación profesional, llegando a multiplicarse por 486 la incidencia entre los profesionales de apoyo en finanzas y matemáticas (41) y los peones de las industrias manufactureras (16.565).

También se observan grandes diferencias en los niveles de siniestralidad en función de la nacionalidad de la persona accidentada, donde las personas procedentes de Guinea Bissau, Ecuador y Marruecos son las que cuentan con un índice de siniestralidad más elevado, llegando casi a duplicar la incidencia media.

Diferenciando por comunidades autónomas, destaca la incidencia de accidentes temporales con baja en jornada de Islas Baleares y Navarra, mientras que Cataluña y Madrid registran los valores más bajos de la serie, que desde el sindicato han apuntado que se puede deber a que "no se hace una buena gestión de los partes de accidentes de trabajo".