Repetir que vivimos en una economía globalizada es una obviedad. Insistir en que las operaciones financieras no tienen fronteras también. Recordar que la actual crisis que azota a Europa y asola a España se gestó en Estados Unidos, cuando la administración Bush suprimió las pocas leyes que controlaban Wall Street, y en horas se extendió a Europa donde no había cortafuegos: ni política económica común, ni política fiscal común ni un Banco central que funciones como la Reserva Federal norteamericana (FED), también es una obviedad. Una obviedad económica que habitualmente en el debate político se ignora. Aquí en España el debate sobre la crisis se centra en culpar de todo a Zapatero y, por parte del PP, en vender un argumento: Zapatero es responsable único de la crisis (ni la caída de Lehman Brothers, ni la quiebra de los principales bancos americanos, ni el desastre griego) y si Zapatero se iba todo se arreglaría en un plis plas. Lo curioso es que Rajoy insiste en ese argumento sin que desde el PSOE se escuche una réplica coherente. Ahora tenemos otra prueba: la simple filtración del acta de la última reunión de la FED ha hecho caer las principales bolsas mundiales, desde Wall Street hasta las europeas. El Ibex 35 estuvo a punto de perder este jueves los 8.000 puntos.

¿Qué dicen las actas?
La última reunión de la Reserva Feral norteamericana (FED) de la que se tienen noticias se produjo hace un mes y la difusión de las actas de dicha reunión ha desatado la preocupación y el nerviosismo en las bolsas, es decir, en el mundo económico. En ellas se refleja que varios miembros de la FED temen que la actual política del banco central de EE.UU. de inyectar dinero en cantidades ingentes pueda ser contraproducente y acabe creando otra burbuja especulativa. Y ya sabemos que las burbujas acaban estallando provocando la tragedia (millones de parados y empobrecimiento de la población).

Desde el pasado mes de noviembre la FED crea al mes 85.000 millones de dólares (63.500 millones de euros) para comprar deuda pública y privada y mantiene los tipos de interés de los créditos a los niveles más bajos de la historia. Esta estrategia puede crear un exceso de liquidez que genere "burbujas", es decir que lleve a los inversores a meter dinero en renta fija, mercados de materias primas o -de nuevo- el mercado inmobiliario. Eso provocaría aumentos de precios significativos y especulativos y acabaría en nuevos estallidos. En las últimas semanas se observa que los márgenes entre lo que pagan los inversores por bonos de calidad (tanto en bonos estatales como privados) y bonos basura se han estrechado y eso quiere decir que  hay un exceso de billetes a los inversores no les importa colocar el dinero en productos de riesgo cuando no tóxicos.

Se plantea además un interrogante: ¿Qué pasará cuando la Reserva Federal norteamericana comience a subir los tipos de interés? probablemente que los bonos del tesoro norteamericano se desplomen. Se prevé que la FED empiece a subir tipos a partir del año que viene. El resultado de las preocupaciones de la FED es el pánico en las bolsas.

Alarma y desconcierto general
Estudiosos y analistas de todos los colores coinciden en que ésta es la peor crisis en los últimos 80 años, solo comparable a la Gran Depresión, pero con una sustancial diferencia: ahora todo el global, no hay fronteras para los movimientos financieros y lo que ocurra en un punto del planeta afecta al resto. Así por ejemplo si Europa no contiene sus crisis de deuda la economía norteamericana o la china sufren y mucho, exportan menos y en Estados Unidos sube el paro. Si los norteamericanos no llegan a un acuerdo para superar el "abismo fiscal" la economía mundial se hundirá.

La crisis de las subprime (hipotecas basura) puso al descubierto que los principales bancos norteamericanos y europeos estaban quebrados. Los Gobiernos tuvieron que salvarlos para garantizar los depósitos de los ahorradores (evitar las imágenes de la Gran Depresión con miles de personas a las puertas de los bancos reclamando un dinero que había desaparecido), y eso obligó a que se dispara el déficit. No solo en España, Reino Unido se ha movido durante toda la crisis en un déficit en torno al 8% y Estados Unidos tiene su "abismo fiscal", o sube impuestos para reducir déficit o se enfrenta a la quiebra o a la suspensión de pagos. ¿Se imaginan a la principal económica del mundo - a la principal empresa metafóricamente hablando- anunciando su quiebra?.

Después de apostar por aumentar el déficit en el G-20 celebrado por el 2009, los gobiernos apostaron por recortes y recortes para evitar que el déficit fuera la nueva trampa mortal. Recortes llevados al extremo en Europa impuestos por Ángela Merkel que ha pensado no solo en salvar el euro, sino también en mensajes dirigidos a su electorado. En muchas ocasiones Merkel ha puesto los intereses de Alemania y los suyos partidistas por encima de la construcción europea.

De los recortes a inundar los mercados con billetes
Comprobado que los recortes excesivos estrangulan las economías y provocan más recesión, algunos gobiernos como el de Estados Unidos y el de Japón han apostado por darle a la máquina de imprimir billetes.  El presidente de la Reserva Federal norteamericana es un republicano, Ben Bernake, y el Presidente del país un Demócrata, Obama, pero ello no impide que pongan la economía por encima de sus partidos. Algo así probablemente nunca lo veremos en España. El caso es que Bernake anunció hace tres meses, en plena campaña electoral, que mantendría los tipos de interés más bajos de la historia, entre el 0% y el 0,25%, y que cada mes sacaría 85.000 millones de dólares  para comprar bonos públicos y privados hasta que el paro no baje al 6,5%, la tasa que se considera asumible allí. Ahora tienen un 7,9% de paro. En España el 27%.

85.000 millones de dólares nuevos cada mes es mucho dinero, pero a esto se ha unido que el nuevo gobierno conservador japonés ha decidido también darle a la máquina de imprimir dinero para bajar la cotización del yen y fomentar sus exportaciones. Conclusión, los 20 países más poderosos del mundo han tenido que reunirse para intentar evitar una guerra de divisas, y en Estados Unidos hay tal cantidad de dólares en el mercado al que se puede acceder a bajísimos tipos de interés (o a ninguno) que en el último mes se han multiplicado las operaciones especulativas de compras y absorciones de unas empresas a otras. En estas operaciones -fusiones y adquisiciones- no se crea empleo, se suele destruir. El temor de la FED es ese, que el dinero que fabrican no se está dedicando a la economía productiva, real, porque hay indicios de que de nuevo está yendo a la especulativa.

Las barbas a remojar
De nuevo el panorama económico en Occidente es incierto y muy preocupante, lo que castiga especialmente a los países con problemas como España. Es probable que dentro de unos meses escuchemos a Rajoy decir que él no tiene la culpa de una crisis mundial. Zapatero tampoco la tuvo y eso no le valió. Hace bien el Presidente del Gobierno en negarse a pronunciar la frase "brotes verdes" (para eso está la ministra de Trabajo), porque frente a la certidumbre que vendió en el Debate del Estado de la Nación las cosas siguen sin pintar nada bien. Y pueden ir a peor.