Si cada año el Black Friday es motivo de controversia, este 2020 de pandemia el debate se reaviva más que nunca. El Covid-19 plantea un reto para que todos aquellos comercios que se suman a la celebración de ‘los chollos’, especialmente para las pymes, que pelean mes a mes por sobrevivir.

“Cualquier iniciativa que se dirija al fomento del consumo e incentive la demanda es positiva, sobre todo en estos momentos en los que el comercio está pasando una crisis, que antes era estructural y ahora es existencial”, explica a ElPlural.com, Celia Ferrero, vicepresidenta de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA).

Sin embargo, el contexto económico en el que nos encontramos propicia que haya que prestar especial atención a los precios, tal y como aseguran las organizaciones de consumidores. En concreto, la OCU afirma que, “en 2019 solo bajaron de precio el 17 por ciento de los productos frente al 29 por ciento que los subió” y este año, se “prevé el ‘viernes negro’ con mayor incertidumbre, dada la situación de la economía por la pandemias”.

De hecho, desde la organización de consumidores han realizado un seguimiento de la evolución de los precios durante esta semana, concluyendo que, hay un mayor porcentaje de subidas, de en torno al 30,3 por ciento, frente al 11,2 por ciento de bajadas en los precios de los productos. Es decir, casi un tercio de los productos son, ahora, más caros.

Y es que, desde hace semanas las grandes superficies mantienen la promesa de descuentos anticipados que invitan a adquirir todo aquello que no necesitamos, bombardeando nuestros dispositivos móviles. Porque este año, el Black Friday cobra protagonismo a través de Internet.

Un Black Friday online

Según un estudio elaborado por la outlet Privalia, más de un 50 por ciento de los españoles realizará este año compras online. De hecho, las ventas por Internet representarán el 89 por ciento de las ventas frente al 11 por ciento de las físicas, lo que representa un desafío para las pymes que se suman a la fecha.

“Para quienes no tengan acceso a tipo de herramientas será duro. Al final no es un fallo de la campaña si no del mercado, es decir, que no se vaya avanzando en el proceso de digitalización y que se asegure que cada pyme tenga el acceso a las plataformas online o su propia plataforma. Esto pasa ahora y va a pasar en Navidad. Entendemos que todas las campañas son positivas y fomentan el consumo y hay que dejar la libertad a los autónomos y empresas para organizar campañas cuando quieran siempre y cuando se respete la competencia. En este caso es una cuestión de medios. Es muy desafortunado que muchas empresas no tengan los medios para sumarse a estas fechas”, señala Ferrero.

Sin duda, la hiperconexión resulta un desafío para los pequeños comerciantes, si tenemos en cuenta que el 69 por ciento de los españoles accede a las ofertas de Black Friday a través del dispositivo móvil y a través de plataformas e-commerce, según señala el estudio elaborado por Privalia. Es decir, se trata de un cambio en el modelo de compraventa por el cual las tiendas pasan a un segundo plano. Además, Internet agiliza los procesos. El mismo informe destaca que el 64 por ciento de los españoles invertirá dos horas en realizar sus compras. Se trata de un cambio en los hábitos de consumo que ha forzado, este año, a que muchos de estos pequeños empresarios destinen los pocos recursos con los que cuentan a posicionarse en el mercado online.  Según Ferrero, “este año  hemos detectado que más pymes se están sumando a todo tipo de plataformas, de canales de distribución de e-commerce para poder mantener ciertas vías de venta”.