El Banco Central Europeo (BCE) ha mantenido este jueves una reunión clave en la que ha decidido mantener los tipos de interés y mejorar las perspectivas económicas macro. Asimismo, ha decidido rebajar el ritmo de compras netas de activos de su programa de compras de emergencia contra la pandemia (PEPP) frente a los dos trimestres anteriores, tal y como estaba previsto.

Así lo ha informado la entidad europea en un comunicado: "Sobre la base de una evaluación conjunta de las condiciones de financiación y de las perspectivas de inflación, el Consejo de Gobierno considera que pueden mantenerse unas condiciones de financiación favorables con un ritmo de compras netas de activos en el marco del programa de compras de emergencia frente a la pandemia (PEPP) ligeramente inferior al de los dos trimestres anteriores".

Más allá de esto, el BCE ha decidido mantener intactos el resto de instrumentos de política monetaria y ha mantenido sin cambio los tipos de interés de referencia para sus operaciones de refinanciación -en el 0%- mientras que la tasa de facilidad de depósito seguirá en el -0,50% y la de facilidad de préstamo en el 0,25%.

Asimismo, ha recalcado que mantendrá los tipos en su actual nivel o incluso más bajo, así hasta la inflación llegue al 2% “mucho antes” del final del horizonte de proyecciones y de forma “duradera” para el resto de la ventana temporal.

La inflación, protagonista de la reunión

Las condiciones para subir estos tipos también pasan por que la inflación subyacente sea lo “suficientemente avanzada” para ser “consistente” con la estabilización de la inflación en el 2% a medio plazo. "Esto podría implicar un periodo transitorio en el cual la inflación esté moderadamente por encima del objetivo", ha explicado en un comunicado.

El ritmo de compras reducido del PEPP ha mantenido su volumen total en los 1,85 billones de euros, que el BCE podrá gastar hasta marzo de 2022 aunque sin la necesidad de exigir la cuantía total. Además, volverá a invertir los vencimientos del programa hasta finales de 2023. En esta misma línea, seguirá realizando compras netas de activo bajo su programa estándar a un ritmo de 20.000 millones de euros netos mensuales.

El BCE formalizará estas compras “durante tanto tiempo como sea necesario”, explica, y revertirá los fondos de la deuda que venza al amparo de este programa durante un periodo de tiempo “prolongado”, después de que los tipos de interés comiencen a subir. Asimismo, ha informado que seguirá proporcionando “amplia liquidez” a través de sus operaciones de refinanciación, especialmente a través del tercer programa de operaciones de refinanciación a largo plazo con objetivo específico (TLTRO-III).

Mejora de las previsiones: la eurozona crecerá un 5% este año

En cuanto al cuadro macro, el BCE ha mejorado sus perspectivas económicas, tal y como estaba previsto. Así, ha destacado que el PIB de la zona euro ha registrado un aumento intertrimestral del 2,2% en el segundo trimestre del año, frente a la caída del 0,3% del primer trimestre y prevé que aumente en cuatro décimas para este año.

Es decir, prevé que la eurozona crezca un 5% este año, mientras que el crecimiento de 2022 se ha revisado a la baja en una décima -hasta el 4,6%- y para 2023 se ha mantenido sin cambios en el 2,1%. Sin embargo, Lagarde ha alertado de la expansión de la variante delta del virus que, aunque fuera de Europa, "podría ralentizar la recuperación del comercio mundial y la apertura completa de la economía".

Por otro lado, la inflación se situó en el 3% en agosto en la eurozona, ocho décimas por encima del mes anterior, por el aumento de los precios de la energía y los alimentos frescos y se prevé que cierre este año en el 2,2%, tres décimas por encima de las últimas previsiones del mes de junio. Para 2022, el organismo prevé un aumento de precios del 1,7% y para 2023 del 1,5%.

"Esperamos que el actual incremento de la inflación sea en gran medida temporal y las presiones subyacentes en los precios se están acumulando muy lentamente", ha asegurado la presidenta del BCE, Christine Lagarde, mientras avanzaba un crecimiento de los precios en los meses de otoño. Según la máxima responsable, el aumento de la inflación se debe al aumento de los precios del petróleo, las ventas atrasadas del verano y varios aumentos temporales derivados de problemas en la cadena de suministros.