Pese a la guerra arancelaria declarada por la Administración Trump a la Comunidad Internacional y con sus consiguientes afecciones para la economía global, el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha decidido este jueves reducir en 25 puntos básicos los tipos de interés, reduciendo así al 2% el tipo de interés de la facilidad de depósito, su nivel más bajo desde diciembre de 2022.

De su lado, con la rebaja de un cuarto de punto porcentual anunciada este jueves, el tipo de interés aplicado a las operaciones de refinanciación del BCE bajará al 2,15% y el de la facilidad de préstamo al 2,40%. Esta es la sétipma bajada consecutiva que realiza el BCE en los últimos tiempos.

Con la rebaja anunciada este jueves, la entidad presidida por Christine Lagarde ha recortado a la mitad el interés de su facilidad de depósito desde que en junio de 2024 iniciara el actual ciclo de bajadas.

Todo ello se debe a su vez a la moderación de la inflación en el conjunto de los socios de la Unión Europea al 1,9% interanual con respecto a mayo de 2024, desde el 2,2% de abril, y el caos mundial provocado por los aranceles del Gobierno de Trump, recientemente tumbados por Justicia estadounidense, son factores que han favorecido este nuevo recorte del BCE desde junio del pasado año, cuando entonces la tasa de referencia estaba situada en el 4%.

Proyecciones de inflación y estimación de crecimiento

A su vez, el organismo que preside Lagarde ha avanzado sus proyecciones de inflación y avance del PIB en la zona euro para este año y de cara a 2026. Según estas predicciones, las subidas de precios se moderarían hasta el 2% marcado este 2025, incluso podrían llegar a bajar hasta el 1,6% en 2026.

“Las revisiones a la baja de 0,3 puntos porcentuales tanto para 2025 como para 2026 respecto a las proyecciones de marzo reflejan principalmente la revaluación a la baja de los supuestos sobre los precios de la energía y la apreciación del euro”, así lo ha especificado este jueves el BCE a través un comunicado.

En este sentido, si bien el crecimiento de los salarios es aún elevado, ha subrayado que "sigue moderándose notablemente" y los beneficios están amortiguando en parte su impacto sobre la inflación.

Asimismo, las estimaciones de crecimiento para el horizonte próximo se sitúan en el 0,9% para lo que resta de 2025; un avance del PIB que refleja, según han trasladado los expertos economías del BCE, “un primer trimestre más sólido de lo previsto, junto con perspectivas más débiles para el resto del año”, añade el escrito.

Bajo este marco, aunque comprenden que la “incertidumbre” que provoca en la evolución de los precios, la inversión empresarial y las exportaciones las políticas comerciales como los aranceles de Trump, “especialmente a corto plazo”, el BCE sentencia que “el aumento de la inversión pública en defensa e infraestructura impulsará cada vez más el crecimiento a medio plazo”.

En cualquier caso, el BCE ha subrayado a su vez que cuenta con la determinación de asegurar que la inflación se estabilice de forma sostenida en su objetivo del 2% a medio plazo, añadiendo que, en el contexto actual de excepcional incertidumbre, aplicará un enfoque dependiente de los datos, en el que las decisiones se adoptarán en cada reunión para determinar la orientación apropiada de la política monetaria. Así las cosas, las decisiones del Consejo de Gobierno sobre los tipos de interés se basarán en su valoración de las perspectivas de inflación teniendo en cuenta los nuevos datos económicos y financieros, la dinámica de la inflación subyacente y la intensidad de la transmisión de la política monetaria, sin comprometerse de antemano con ninguna senda concreta de tipos.

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