Este lunes se desarrolla la segunda jornada de huelga en la aerolínea Iberia Express, que cerró la jornada del domingo con ocho vuelos cancelados y sin apenas retrasos en sus viajes. Las protestas se extenderán hasta el próximo martes 6 de septiembre y, según datos de la Unión Sindical Obrera (USO), sindicato convocante, se prevén casi 100 cancelaciones a lo largo de los diez días y hasta 17.000 pasajeros afectados.

La convocatoria de huelga afecta a los tripulantes de cabina de Iberia Express, que reivindican subidas salarias acordes al crecimiento del IPC y pretende desbloquear la negociación del II Convenio Colectivo de TCP de la aerolínea. Con estas actuaciones reivindicativas, la aerolínea española se suma a la lista de compañías afectadas por una huelga de trabajadores en la que ya figuran Raynair e EasyJet.

“La empresa está jugando una estrategia sucia, está cancelando todos los vuelos no protegidos por los servicios mínimos, evitando que las tripulaciones puedan ejercer su derecho a huelga. Reivindicamos unas condiciones salariales dignas pues llevamos con los salarios congelados desde 2015. Hemos aparcado el grueso de reivindicaciones para más adelante y hemos pedido a la empresa que actualice los salarios el 6,5%, conforme al IPC de 2021, para desconvocar la huelga. Pero Iberia Express no accede y nos ha pedido que desconvoquemos a cambio de nada”, ha explicado Rubén Ramos, delegado de USO en Iberia Express.

Los representantes sindicales acusan a la aerolínea de no querer negociar con sus trabajadores y preferir perder dinero que actualizar unos salarios que llevan congelados desde 2015. “La dirección de la aerolínea ha preferido cancelar vuelos a pasajeros, sufrir el impacto en las reservas y tratar de esconder el malestar de sus tripulantes a negociar de buena fe, lo que supondrá un coste económico de cientos de miles de euros, dinero que han preferido malgastar a poner encima de la mesa para sus trabajadores”, critica Ramos.

Denuncia ante la Inspección de Trabajo por coacción

USO ha interpuesto una denuncia contra Iberia Express ante la Inspección de Trabajo por coaccionar y presionar a los tripulantes de cabina para que no secunden la huelga. Desde el sindicato aseguran que los trabajadores han recibido correos de la compañía en los que se solicita a los tripulantes que comuniquen si secundarán la huelga, actuación que, como recuerda la organización sindical, es ilegal y está considerado un abuso, según la jurisprudencia de la Audiencia Nacional.

“La denuncia se ampliará en el día de hoy con la utilización del esquirolaje al desprogramar a los tripulantes de Iberia Express para operar los vuelos de Londres a otras ciudades europeas, que finalmente serán realizados por tripulaciones de British Airways. Se trata de un caso más de esquirolaje al sustituirse a trabajadores en huelga ante el miedo a que decidan ejercer su derecho y se cancele alguno de esos vuelos”, asegura el sindicato a través de un comunicado.