Este domingo 31 de octubre se celebra el Día Mundial del Ahorro, con multitud de consejos para reducir el gasto en energía, alimentos o compra de productos básicos. El día merece una celebración especial este año ya que el ahorro embalsado -también conocido como obligado- durante la pandemia y los confinamientos es ahora la clave para avanzar en la recuperación económica tras la crisis del coronavirus.

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Expertos y analistas nacionales e internacionales coinciden en ello. Lo que en su momento provocó una caída del gasto de las familias -durante el confinamiento decretado para frenar la expansión del coronavirus- se convierte ahora en todo lo contrario: la esperanza para recuperar la senda de crecimiento y la vuelta a niveles prepandemia.

La explicación es obvia: el confinamiento de los hogares provocó que las familias redujeran durante meses su gasto en ocio y turismo. No por decisión propia, sino porque las medidas sanitarias del Gobierno decretaron el cierre de establecimientos de hostelería, cine, teatros, centros comerciales o tiendas de todo tipo.

Aunque las familias optaron por recurrir al comercio electrónico y a formas de ocio online para pasar el confinamiento, quedó una cantidad importante de dinero en sus bolsillos y cuentas bancarias. Un ahorro embalsado que ahora marca la luz al final del túnel, y que lo ha hecho desde hace un par de meses con el final de las restricciones a la movilidad. Las previsiones pasan porque este ahorro embalsado vuelva al ciclo económico entre este año y 2023, con tres años clave para la recuperación económica.

Las cifras del Gobierno: 50.000 millones

Personalidades económicas desde la propia vicepresidenta de Asuntos Económicos del Gobierno, Nadia Calviño, hasta organismos como el Banco de España o el Fondo Monetario Internacional (FMI), pasando por expertos de las secciones de estudios de los grandes bancos coinciden en que el ahorro embalsado de las familias durante la pandemia es la clave de los próximos meses.

La máxima responsable económica del Gobierno, Nadia Calviño, anunciaba una “rápida” recuperación económica el pasado 21 de septiembre, con el mantenimiento de las previsiones de PIB para este y el próximo año, que se asentaría efectivamente en el ahorro embalsado de los hogares españoles. Un ahorro que Calviño cifra en 50.000 millones de euros, consecuencia del gasto que no pudieron hacer durante los primeros y peores meses de la crisis del coronavirus por las restricciones.

La vicepresidenta relacionaba el aumento del gasto y del consumo privado, un 8% más para este año según lo previsto, precisamente por el ahorro embalsado. En esta línea, anunciaba en rueda de prensa que el gasto con tarjeta ya tocaba niveles prepandemia, con subidas de hasta el 40% en los mejores casos y cambios en los hábitos de consumo, especialmente en el caso del alojamiento y la restauración.

"La reducción de la incertidumbre está permitiendo que los ciudadanos gasten parte del ahorro embalsado", aseguraba la responsable económica del Gobierno, que dejaba entrever “una evolución positiva del consumo” en los próximos meses.

Banco de España: más cauto en los 28.000 millones

También el Banco de España sitúa el ahorro embalsado de las familias como uno de los principales factores para avanzar en la recuperación económica, aunque se mantiene más cauto. El organismo alerta de que la incertidumbre de las familias ante nuevas subidas de la electricidad podría reducir la salida de este ahorro y ofrece una cifra más baja que la de Calviño, en los 28.000 millones de euros, el 2,5% del PIB.

El organismo liderado por Pablo Hernández de Cos tiene claro que la demanda interna debe ser la principal palanca de crecimiento de la economía española tras la pandemia y que del gasto de los hogares dependerá la intensidad del rebote del PIB. Y es que la tasa de ahorro de los hogares españoles registró niveles récord durante 2020, incluso hasta el 22,5% de la renta disponible, según las cifras del INE.

Según las cifras del Banco de España, el ahorro bruto desde principios de 2020 alcanza una cifra de más de 117.000 millones de euros, consecuencia de los confinamientos, las restricciones de movilidad, la rápida destrucción de empleo y la fuerte incertidumbre económica para los hogares. Sin embargo, advierten de que no todo ese dinero va a volver al flujo económico tras la pandemia. El ahorro embalsado -o cautivo- de las familias no volverá al 100%, sino que los hogares solo destinarán una cantidad parcial, limitada a financiar el gasto corriente.

El director general de Economía y Estadística del Banco de España, Óscar Arce, advertía hace apenas un mes que "las familias no destinarán a la financiación de consumo más que una parte de los recursos acumulados durante la pandemia, de forma que, aunque la tasa de ahorro experimentará una reducción a lo largo del horizonte de proyección, todavía se situaría, en el promedio de 2023, algo por encima de su nivel previo a la crisis. No obstante, la posible traslación al consumo de una porción mayor de este ahorro constituye un riesgo al alza sobre las proyecciones de crecimiento".

Opiniones externas

Las previsiones del Gobierno difieren de las del Banco de España en aproximadamente la mitad, por lo que se podría decir que el ahorro embalsado estaría entre una cifra y otra, es decir, entre los 28.000 y los 50.000 millones de euros para los próximos tres años.

Por su parte, otros organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) también se pronuncian sobre el ahorro embalsado, al que sitúan como clave en su último informe. En cifras, el FMI prevé que el consumo privado crezca en España un 5,9% este año y un 5,1% en 2021, sin ofrecer una cantidad concreta.

Los expertos de BBVA Research coinciden en que este marcará la recuperación y avanzan que parte de ello irá destinado a la compra de vivienda. “Si la bolsa de ahorro es asimilada como un aumento de la renta de los hogares, el consumo podría crecer, en promedio, entre un 1,1% y un 2% en 2021 y 2022”, reconocían los expertos de BBVA Research hace unas semanas.  

Lo mismo opinan los expertos de CaixaBank Research, que consideran que España podría ser uno de los países desarrollados donde este concepto cobre una mayor importancia en el camino hacia la recuperación económica. En este caso, explican que gran parte del ahorro se ha concentrado en depósitos y ya en 2020 la mayor parte se dirigió a la compra de activos financieros.

Habrá que ver quien tiene razón y cuánto dinero vuelven a destinar ahora las familias españolas al consumo, ya sea de ocio, turismo o productos del día a día. En lo que sí coinciden todos es en que este ahorro embalsado juega un papel principal en el camino de la recuperación, por lo que este domingo hay mucho que celebrar.