El acuerdo entre patronal y sindicatos para subir los salarios es una realidad. Después de que los órganos de dirección de CCOO hayan ratificado el acuerdo este martes, algo que tanto la parte patronal, CEOE y Cepyme, como el otro sindicato mayoritario, UGT, realizaron el lunes, el V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) recibe el visto bueno de todas las partes implicadas. Previsiblemente, este miércoles tendrá lugar el acto de firma conjunta en el que el consenso se plasmará sobre el papel y al que no asistirán, por falta de invitación, miembros del Gobierno, tal y como ha revelado Antonio Garamendi, presidente de los empresarios. 

“Es un acuerdo determinante para que los 1.300 convenios colectivos por negociar este año recojan incrementos salariales que permitan a los trabajadores recuperar el poder adquisitivo”, ha valorado Unai Sordo, secretario general de CCOO, nada más finalizar el consejo confederal del sindicato. “Supone un fuerte espaldarazo a las reformas que hemos hecho en esta última legislatura, particularmente a la Reforma Laboral”, ha señalado más allá de las subidas salariales. El líder sindical ha puesto también en valor el abordaje de temas relacionados con la modernización del trabajo. “Después de proteger a 10,5 millones de pensionistas y subir un 8%, ahora toca recuperar los salarios y desplegar en la negociación de los convenios colectivos este acuerdo", ha concluido Sordo.

Principales aspectos del acuerdo

El texto definitivo, que tan solo es una recomendación para las negociaciones de los convenios que tendrá lugar a nivel sectorial y de empresa, refleja una subida salarial del 4% para 2023, del 3% para 2024 y de la misma cantidad para 2025, lo que, en suma, supondría un incremento de los salarios del 10% a tres años vista. Según los sindicatos, el acuerdo dará facilidades de cara a consagrar el acuerdo de los aproximadamente 1.300 convenios pendientes y llegará a aquellos sectores con menor representación. Por parte de las empresas, celebran que se ponga fin al conflicto y se "garantice la paz social".

Los sindicatos finalmente han renunciado a su pretensión de acordar una subida retroactiva que afectase al ejercicio de 2022, que se cerró con una inflación media del 8,5%. El acuerdo no contempla la recuperación del poder adquisitivo de los trabajadores con respecto al año anterior, el más duro en términos de evolución de precios, lucha que se trasladará a cada mesa de negociación en la que se debatirá en torno a esta problemática, aunque sin un pacto al que la parte sindical pueda agarrarse. 

El aspecto que si han conseguido contemplar los sindicatos es el de la cláusula de revisión salarial, aunque esta no tendrá en cuenta los beneficios empresariales y tan solo podrá incrementar la subida en un punto. Concretamente, podrá aportar, como mucho, un 1% adicional a la subida, siempre y cuando esta esté por debajo del Índice de Precios de Consumo (IPC) que se marque de media a cierre de año. Es decir, si en 2023 el IPC anual es superior al 4%, la subida salarial podría alcanzar hasta un 5%.

Otros aspectos: jubilación, desconexión y transición

El AENC firmado entre las cuatro organizaciones aborda múltiples aspectos, pero, de igual manera que materia de subidas salariales y de revisión, insta a los colectivos sectoriales a desarrollarlos, dotando de total autonomía a los negociadores. La reforma laboral tiene un papel importante en el texto y los firmantes no dudan en reivindicarla y encargar a los niveles inferiores de negociación a trabajar para su aplicación, sobre todo, en sus puntos más determinantes: apostar por la estabilidad laboral en detrimento de la temporalidad, definir claramente las condiciones de cada modalidad de contratación y apostar por el empleo juvenil.

La jubilación, de cara a su parcialidad y flexibilización, también aparece, aunque de pasada, en el acuerdo. Las fórmulas de jubilación gradual y flexible son la apuesta de empresas y sindicatos, aunque no detallan nada más allá que una intención de potenciarlas. Otro ámbito presente, que ha adelantado Garamendi este martes, es la incapacidad temporal y el absentismo laboral. Ambas partes han mostrado preocupación por el aumento de estos indicadores y se comprometen a abordarlos, actuación para la que han pedido la colaboración del Gobierno nacional y de los autonómicos.

Otros aspectos más modernos, como el teletrabajo, la desconexión digital y la transformación tecnológica. Sobre el primero de ellos, las recomendaciones dirigidas a las mesas de negociación buscan incentivar esta manera de desempeñar la actividad laboral. Para ello, pide a los propios negociadores que introduzcan en los convenios los puestos, funciones, condiciones y demás detalles de esta manera de trabajar. El articulado defiende la desconexión digital, dejada demasiado de la mano de la buena voluntad, exigiendo el derecho de los trabajadores a no responder a dispositivos digitales.

No obstante, si la voluntad del trabajador fuese la de trabajar la permisividad sigue siendo la misma, obviando que quizá esta voluntad pueda estar condicionada por la relación laboral, aunque no haya una comunicación directa de los superiores. Por último, sindicatos y empresas defienden también una transición tecnológica y ecológica que salvaguarde los puestos de trabajo, sea vía reubicación o mantenimiento, y a la par garantice que las empresas no se queden atrás en esta carrera.