El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ha transmitido a sus homólogos europeos que Washington considera que la guerra de Ucrania podría prolongarse hasta finales de 2022, según fuentes a las que ha tenido acceso la cadena estadounidense CNN.

Esas mismas fuentes han trasladado la "preocupación" que existe en el seno de la comunidad internacional ante la expectativa de que se prolongue aún más un conflicto, teniendo en cuenta de que no hay indicios de que vayan a cambiar a corto plazo las aspiraciones del presidente ruso, Vladimir Putin.

Esta sospecha de que la guerra pueda durar tanto radica en la creencia de que la posible gran ofensiva rusa que se espera en el este de Ucrania pueda llegar a prolongarse entre cuatro y seis meses, para después acabar en punto muerto.

Salvo que tenga ante sí una derrota militar, no se contempla que Putin vaya a dar su brazo a torcer. Esta idea de una guerra larga contrasta con las predicciones que se hicieron durante los primeros días, cuando el presidente ruso lanzó una guerra relámpago con la que pretendía tomar Kiev lo antes posible.

Cuanto más dure la guerra, más profundo será el coste humanitario y complicada la salida de la crisis. Si bien estas mismas fuentes han remarcado que existe plena determinación en la comunidad internacional para brindar asistencia al pueblo ucraniano, han reconocido que se producirán importantes desafíos en lo que respecta al envío de armamento a medida que avance la guerra.

La guerra se prolongaría otros ocho meses

De ser como Blinken predice, el conflicto duraría alrededor de diez meses, desde su inicio el pasado 24 de febrero de 2022. Desde ese día, la cifra de bajas no ha hecho nada más que aumentar. Según los últimos datos de Naciones Unidas, son 3.893 las bajas civiles en Ucrania, incluyendo 1.793 muertos y 2.439 heridos, y el número podría ser sensiblemente más alto, dada la falta de información de algunos lugares.