La balanza por cuenta corriente, que mide los ingresos y pagos al exterior por intercambio de mercancías, servicios, rentas y transferencias, registró un déficit de 1.700 millones de euros en enero, lo que supone un incremento del 13,3%, frente a los 1.500 millones de enero de 2019, según los datos publicados este viernes por el Banco de España.

La evolución de la balanza por cuenta corriente en el primer mes del año se explica por el mayor déficit de las balanzas primaria y secundaria, frente al superávit de la balanza de bienes y servicios y de la cuenta de capital. En concreto, la balanza de bienes y servicios registró un superávit de 500 millones de euros en enero, frente al déficit de 700 millones del mismo mes del año pasado. En este caso, el turismo y los viajes situaron su superávit en 2.000 millones de euros, la misma cifra que lo registrado en enero del año anterior.

Por su parte, la balanza de rentas primaria (rentas de trabajo, de la inversión, impuestos sobre producción y la importación y subvenciones) y secundaria (transferencias personales, impuestos corrientes, cotizaciones y prestaciones sociales, etc.) registró un déficit de 2.200 millones de euros, por encima de los 700 millones de euros de enero de 2019.

Por otro lado, el saldo de la cuenta de capital amplió su superávit en el primer mes del año hasta los 300 millones, frente a los 200 millones de euros del ejercicio anterior. Así, el saldo agregado de las cuentas corriente y de capital, que determina la capacidad o necesidad de financiación de la economía española, registró un déficit de 1.500 millones de euros en enero, por encima de los 1.300 millones del mismo mes del año anterior.

En el último año la necesidad de financiación de la economía española se situó en los 28.800 millones de euros, superiores a los 27.800 que se alcanzó en enero de 2019.

Por otro lado, durante el primer mes del año España registró una entrada de capitales de 6.000 millones de euros, por encima de los 1.700 millones que entraron en enero del año anterior. La salida o entrada de capitales es un saldo que resulta de tener en cuenta lo que los residentes españoles invierten fuera del país y lo que los extranjeros destinan a España en ese mismo periodo.